Aunque las autoridades continúan monitoreando la situación, se prevé que no habrá más interrupciones significativas en las conexiones aéreas. Las condiciones meteorológicas extremas, que incluyeron fuertes lluvias, vientos huracanados y tormentas eléctricas, comprometieron la seguridad de las operaciones aéreas. Esta situación afectó tanto a vuelos nacionales como internacionales, generando caos entre los pasajeros que se encontraban en tránsito hacia o desde las islas de Mallorca, Menorca e Ibiza.
AENA, la entidad encargada de la gestión de los aeropuertos españoles, informó que, a pesar de la mejora en las condiciones meteorológicas, la situación algunos vuelos se tendrán que reprogramar debido al impacto acumulado de las cancelaciones. Se recomienda a los pasajeros que verifiquen el estado de sus vuelos y se mantengan en contacto con las aerolíneas para obtener información actualizada.
Las autoridades locales están evaluando el alcance de los daños provocados por las tormentas en las infraestructuras aeroportuarias, aunque por el momento no se han reportado incidentes graves relacionados con la seguridad.