Como consecuencia de ello, se activará la Alerta Naranja por peligro de inundaciones en las cuatro Islas Baleares durante todo el día, aunque pasará a ser Amarilla ya en las últimas horas de la tarde.
También se activa la Alerta Naranja por temporal marítimo, y es que el viento soplará con fuerza de moderada a fuerte de componente norte-nordeste.
Las temperaturas nocturnas del miércoles al jueves se mantendrán con pocos cambios, sobre los 20 grados de media. Y, como consecuencia de todo lo anterior, las máximas diurnas darán un vuelco total. Se prevé que no lleguen a los 30 grados, incluso quedándose en unos refrescantes 27 grados estivales.
El viernes 16 de agosto, en pleno puente festivo aunque regresando a una jornada laboral, el día amanecerá con la Alerta Amarilla aún activada, pero solamente hasta las 8 de la mañana, cuando se prevé volver a la calma meteorológica.
En las primeras horas, aún podrían darse algunos chubascos dispersos, incluso con tormentas localmente fuertes, pero ya serían las últimas, aisladas y excepcionales. A medida que avance la mañana despejarán las nubes y detrás de ellas volverá a surgir el azul celeste.
El viento seguirá incidiendo sobre el archipiélago desde el norte, pero ya flojo, y con la calma regresarán las brisas costeras a partir del mediodía.
Las temperaturas nocturnas del jueves al viernes marcarán un claro descenso por la repercusión térmica de las lluvias y tormentas del día anterior. Además, las diurnas reemprenderán el viernes su escalada en los termómetros, aunque sin alcanzar los máximos de las últimas olas de calor. Incluso no se descarta, un día más, quedarnos por debajo de los 30 grados. Eso sí, el fin de semana volveremos al verano sin lluvias y con 30 o, incluso 31 grados de temperatura.
