Sin embargo, en la cámara balear solo se sientan 25 diputados populares. Para llegar a la mayoría absoluta, Marga Prohens necesita más apoyos. Tiene asegurados los votos de Llorenç Córdoba, de Sa Unió de Formentera, y el de Xisco Cardona, que abandonó Vox cuando parte de sus representantes intentaron descabalgar a Gabriel Le Senne de la presidencia del Parlament y a Patricia de las Heras del grupo parlamentario.
Por tanto, Prohens (desde el Consolat de Mar) pastorea 27 votos. Le faltan tres.
Pueden ser los que le aportarían los críticos de Vox (Idoia Ribas, Sergio Rodríguez y Agustí Buades) o los oficialistas de este mismo partido: los ya mencionados Patricia de las Heras y Gabriel Le Senne, además de Manuela Cañadas y María José Verdú.
Los primeros, los críticos, ya han demostrado a lo largo de la legislatura su volatilidad. Por tanto, el Partido Popular tiende puentes ahora con los oficialistas… Pero esta estrategia choca con Santiago Abascal. Recordar que la dirección nacional de Vox dinamitó todos sus pactos autonómicos con los populares. La excusa para este divorcio fue la inmigración y la acogida de los menores no acompañados que han desembarco en Canarias en el resto de las autonomías.
De hecho, Manuela Cañadas, actual portavoz de Vox en el Parlament balear, ha reiterado que, para acercarse al Partido Popular, su grupo exige una posición clara contra la inmigración y la política de puertas abiertas a las pateras.
Por tanto, Marga Prohens (ahora de vacaciones familiares) y el Partido Popular ya saben sin ningún tipo de duda que el acercamiento (y los votos de Vox en el Parlament balear) pasan por una clara posición en contra frente a la inmigración ilegal, las pateras y los cayucos, el reparto solidario de los menores desembarcados en Canarias y el bloqueo de las fronteras.
Esta es, en consecuencia, la razón última de la proposición no de ley presentada este mismo lunes en la cámara balear por Sebastià Sagreras, portavoz del Partido Popular.
Con Gabriel Le Senne aún sentado en la presidencia del Parlament, con el pleno del dia 3 de septiembre a la vuelta de la esquina (el pleno de la remoción del propio Le Senne), con Marga Prohens de vacaciones familiares y con las principales leyes y los presupuestos de los populares en el aire, al final, la estabilidad del Govern quedará, otra vez, en manos de Santiago Abascal y de una clara posición de los populares contra la inmigración ilegal.
Todo a sabiendas de que el Grupo Popular no conseguirá ni un voto de la oposición de izquierdas para la amnistía urbanística en suelo rústico que incluye la ley de simplificación administrativa, uno de los proyectos estrella de Marga Prohens.