Ante esta situación, el IMAS ha solicitado urgentemente recursos económicos y espacios adicionales al gobierno central para hacer frente a esta crisis humanitaria.
El Consell de Mallorca, encargado de la tutela de estos menores, ha habilitado 102 nuevas plazas en pisos y centros de acogida. Sin embargo, el sistema se encuentra al borde del colapso, con más de 580 menores bajo su protección, de los cuales 283 son no acompañados. El conseller de Bienestar Social i presidente del Instituto Mallorquín de asuntos sociales Guillermo Sánchez ha hecho un llamado al gobierno central, encabezado por Pedro Sánchez, para la implementación de un plan de contingencia plurianual y la cesión de espacios adecuados para la atención de estos menores.
En lo que va de año, 146 menores han arribado en pateras, un incremento del 130% en comparación con el año anterior.
Además, se ha instado a entidades sociales y al obispado de Mallorca a habilitar más espacios habitacionales alternativos para evitar que la crisis alcance niveles similares a los de Canarias. La solución actual, afirma el IMAS es solo un paliativo, y se requiere uuna acción inmediata y coordinada para garantizar que todos los menores reciban la atención y protección que necesitan, respetando tanto su dignidad como las obligaciones legales y humanitarias de la isla.