Por todo ello, el Govern balear constituirá una mesa de diálogo con el sector turístico, agentes sociales y todas las fuerzas políticas para pactar "medidas restrictivas" que frenen la "congestión" que la afluencia masiva de visitantes genera en el archipiélago.
Así lo ha anunciado el portavoz del ejecutivo autonómico, Antoni Costa, al mismo tiempo que el Consell de Mallorca también ha hecho su propio anuncio: reducir el techo de plazas turísticas. A todo ello, se ha unido el Consell de Ibiza proponiendo limitar la entrada de vehículos y caravanas en su isla.
"Hay que poner límites y lo tenemos que hacer juntos", ha señalado Costa sobre el cometido que tendrá la mesa de diálogo sobre la saturación turística que el Govern quiere "liderar" para replantear el futuro de un sector que “debe aumentar en valor y calidad, pero no en volumen”.
Y es que, en la rueda de prensa posterior al Consell de Govern, el portavoz ha señalado que el equipo que lidera la presidenta Prohens "no es ajeno" al malestar que produce a muchos los residentes la presión de los millones de turistas que cada año visitan el archipiélago.
"La congestión turística no es una cuestión ni que haya surgido de repente este año ni que se de solo en Baleares", ha remarcado Costa. Además, ha apuntado a la responsabilidad de los partidos de izquierdas que han gobernado en las dos pasadas legislaturas, en los que “se han creado 115.000 nuevas plazas turísticas”.
Asimismo, el Govern encargará "una macroencuesta" a los residentes en las islas con el fin de conocer con detalle, al final de la próxima temporada de verano, sus impresiones sobre el impacto de la actividad turística.
"¿Vivimos del turismo? Sí. ¿Hay que cambiar del modelo? No. Hay que transformarlo", ha concluido Antoni Costa.
El año pasado visitaron Baleares 17,8 millones de turistas, una cifra récord que se superará en 2024.