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...Y varapalo de Europa al Govern por su "intensidad limitada" contra la plaga

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La sentencia está dictada. La realidad de las cifras no da pie a ningún tipo de optimismo. La Xylella fastidiosa, la bacteria que mata a los árboles, está ganando la batalla en Baleares.

El equipo técnico de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA), que depende de la Unión Europea y auditó en el mes de junio la situación de la plaga en nuestra comunidad, ha publicado sus conclusiones. Y son demoledoras.

La auditoría destaca dos evidencias. La primera, que “la cantidad de plantas portadoras se está incrementando”, alcanzando ya a viñedos además de los hasta ahora ya conocidos almendros, olivos, acebuches y otra docena de especies.

Y la segunda evidencia de los expertos europeos aún es peor: “Incluso con la total aplicación de las provisiones, la erradicación será muy difícil de conseguir”. Por eso, los estados miembros de la UE y la Comisión ya están debatiendo un plan de contención en Baleares.

Tras las evidencias, la opinión demoledora de los expertos europeos sobre la actuación del Govern de Francina Armengol y de la Conselleria de Medi Ambient de Vicenç Vidal: “El gobierno balear ha actuado con una intensidad y una cobertura territorial limitada". Es decir, no ha sido lo suficientemente diligente y eficaz en movilizarse para contener y frenar la epidemia en sus primeros estadios.

La Xylella fastidiosa es una bacteria conocida como 'ébola del olivo' por sus efectos devastadores sobre los árboles leñosos. Con este informe la Comisión Europea ya sabe de sus propios expertos que Baleares está perdiendo la batalla contra ella. Los 156 focos detectados oficialmente en las islas, y su aumento semana a semana, dan a entender que ha fracasado la política de medidas blandas. Y Europa tiene muy clara cuál es la manera más eficaz de eliminar a la bacteria: arrancar los árboles contaminados y los que se encuentran a su alrededor. De ahí a ver las máquinas arrasando Mallorca y Eivissa solamente hay un paso.

Y es que el protocolo de la Unión Europea es muy claro: obliga a erradicar toda la vida vegetal en un radio de 100 metros a la redonda de una planta infectada por Xylella. Por ello, dada la enorme cantidad de focos y su expansión desbocada por toda la isla, habría que arrasar literalmente Mallorca para ir cumpliendo, infección a infección, con la normativa.

El 'ébola del olivo' afecta realmente a todos los árboles leñosos de hasta trescientas especies distintas, desde olivos a almendros pasando por cítricos, viñedos, frutas de hueso y también plantas ornamentales como el romero o la lavanda, y hasta la planta de café.

En Baleares se han detectado tres de las cuatro familias genéticas de la Xylella. La 'multiplex', variedad que ataca con especial virulencia a los almendros, ha arraigado en Mallorca y Menorca. La Xylella común se ha visto por ahora solamente en Mallorca. Y la muy temida 'pauca', que ha destruido los olivares del sur de Italia, se ha detectado en Eivissa.

En Italia, la actuación timorata de la Administración –como en Baleares– provocó la expansión incontrolada de la bacteria. El gobierno regional de Puglia no quería contrariar a sus agricultores, que se negaban en redondo a talar todos los olivos que rodeaban un ejemplar infectado porque, decían, sería su ruina. Hasta grupos ecologistas se abrazaban a los árboles sanos. Unos por otros, la plaga se extendió brutalmente, causando la muerte de dos millones de olivos en cinco años en la región de Puglia y la declaración de zona catastrófica.

En España el contexto es distinto, pero también está surgiendo una fuerte oposición a la directiva europea. El Govern balear ha pedido a Bruselas que no aplique el protocolo de erradicación en la comunidad, bajo el argumento de que destruir y quemar toda la vida vegetal, en este estadio avanzado de la epidemia, convertiría las islas en un erial. Por ahora, habría que talar y quemar 1.000 hectáreas, 500 de las cuales en Mallorca.

En cuanto el árbol se infecta, la bacteria tapona sus vasos e impide la circulación de savia bruta, asfixiándolo lentamente. Sus primeros síntomas: hojas marchitas y decaimiento general. El resultado final: ramas secas y muerte del individuo.

Hay hasta 360 vectores o agentes transmisores de la enfermedad, la mayoría insectos comunes. Hasta la fecha no se conoce ningún tipo de cura eficaz.

Actualizado: 22 de agosto de 2017

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