Entre los proyectos de electrificación de transporte urbano que la compañía está llevando a cabo, destacan las actuaciones de Madrid, Barcelona, Valencia, Valladolid, Alcorcón, Algeciras, Elche, Pamplona, Alicante, Girona, Móstoles y Braga (Portugal), entre otros.
Los más de 550 puntos de recarga cuentan con potencias que, mayoritariamente, parten de los 100 kW y llegan hasta los 360 kW. Estos cargadores se conectan a los autobuses mediante cable o, en algunos casos, con tecnología de pantógrafos elevados en la parte superior del autobús.
Todos los equipos que suministra e instala Iberdrola son de los fabricantes más reconocidos y probados del mercado. Además, la compañía dispone de un laboratorio en el que sus propios técnicos prueban los diferentes cargadores antes de instalarlos.
Iberdrola acompaña a los operadores y administraciones en todo el camino, aportando su experiencia, conocimiento e infraestructura. Desde el análisis previo, donde se estudia la operativa, se detectan las necesidades de carga, y se proponen las mejores; hasta la implantación de una plataforma de recarga inteligente que optimiza toda la operación de la infraestructura y asegura la operativa más eficiente de la instalación y al menor coste.
La propuesta de la compañía incluye el suministro de energía con garantía de origen 100% renovable y con ofertas muy competitivas a largo plazo. Además, en algunos casos complementa los planes con autoconsumo solar lo que permite un ahorro adicional.
Más económico y sostenible
El sector del transporte es el responsable de casi una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero en Europa. Cada autobús de combustión emite entre 60 y 70 toneladas de CO2 por el escape, sin tener en cuenta las micropartículas, altamente nocivas para la salud, o las emisiones de hidrocarburos (HC) y Compuestos Orgánicos Volátiles (VOC).
De todas las tecnologías de movilidad existentes y propuestas para autobuses urbanos, la 100% eléctrica es la que permite la reducción total de emisiones con la máxima fiabilidad, seguridad y confort, al mismo tiempo que garantiza el cumplimiento de los objetivos de uso de energías renovables, y eficiencia energética.
El autobús eléctrico, además de ser más sostenible es más competitivo que el de combustión fósil. Aunque la inversión inicial es superior, el ahorro de hasta un 70% en el gasto de combustible y de un 30% en el mantenimiento hacen que el coste total del ciclo de vida de un eléctrico sea menor.
En esta misma línea, los costes de suministro eléctrico proporcionan mayor estabilidad en los planes de explotación, al presentar la posibilidad de llevar a cabo contratos por periodos de tiempo determinados, con precios muy competitivos y ventajosos frente a la opción del combustible fósil.
A estos beneficios, además, habría que sumar el mayor confort de estos vehículos al tener menos ruido y vibraciones.
Líder en movilidad
Con 6.000 puntos de recarga públicos con garantía de origen 100% renovable, la red de movilidad eléctrica de Iberdrola es la más extensa de España. En total, entre puntos de recarga públicos y privados la red de la compañía alcanza los 45.000 cargadores.
El plan de movilidad, lanzado por la compañía en 2016, fue pionero en ponerse en marcha. Hoy, su estrategia contempla la instalación de más de 100.000 puntos de recarga hasta 2025, entre puntos de recarga públicos, residencial, empresas y aparcamientos.
El diseño de su infraestructura pública se desarrolla tanto en autovías y corredores como en ciudades y pequeñas poblaciones con el objetivo de contar con, al menos, una estación de recarga rápida cada menos de 50 km.
El objetivo de la compañía para 2024 pasa por dotar a los usuarios de una infraestructura aún más amplia y con la mejor oferta de ubicaciones y velocidades de recarga. Sus planes para el próximo ejercicio contemplan la instalación de más de 3.000 puntos de recarga adicionales, superando los 9.000 puntos a final del ejercicio, a los que habría que sumar la red de recarga de alta potencia fruto de su alianza con bp.