La importancia del mar Rojo -delimitado al norte por el canal de Suez y al sur por el estrecho de Bab el Mandeb- es capital para el comercio global: por sus aguas navegan más de 19 mil cargueros anualmente, lo que supone el 11% del tráfico marítimo global. Además de ser el camino más rápido entre los puertos asiáticos y el Mediterráneo.
También tiene un peso específico en materia de aprovisionamiento energético, ya que por esta zona pasa en torno al 12% del suministro de crudo mundial y el 8 % del gas natural licuado transportado por vía marítima, por lo que la interrupción del paso de buques supone un trastorno para países importadores de energía.
Desde la Federación de Comerciantes de Baleares alertan de que este conflicto puede derivar en un aumento muy notorio de los precios, tanto es así, que ya ha disparado un 300 por cien el precio del transporte de mercancías y es que el hecho de que los transportistas hayan tenido que cambiar la ruta habitual se ha traducido en más distancia, más coste y más tiempo. Algo que acabará repercutiendo, según señala Toni Gayà, sí o sí en el producto final con un aumento de hasta el 10% de su precio.
Si bien por el momento, no faltarán alimentos básicos o al menos así lo aseguran desde la Asociación de empresas de distribución de alimentos y bebidas Baleares. Sin embargo, su presidente Tolo Servera destaca que una de las primeras consecuencias que han notado es la falta producto oriental para los restaurantes especializados en este tipo de cocina.
En estos momentos los cargueros provenientes de Asia tardan en llegar a Barcelona o Valencia una media de 50 días, cuando antes eran alrededor de veinte.