Jurado nulo. La fiscalía reclama que Pau Rigo regrese al banquillo de los acusados y que toda la vista se repita desde el minuto cero.
El motivo: las preguntas que redactó la magistrada que presidía el tribunal, y que deberían haber servido de guía a los miembros del jurado popular para decretar su veredicto, eran muy prolijas, demasiado enrevesadas para personas ajenas al derecho y confusas. Con ello, el fallo que declara culpable de homicidio a Pau Rigo sería nulo con errores insalvables, lo que obligaría a repetir todo el juicio.
De hecho, tanto la propia fiscalía como las defensas de todos los imputados advirtieron a la magistrada de estas circunstancias, temiendo que el jurado popular no entendiera lo que debía juzgar. Y así ha sido. Pero la juez se negó a atender estos requerimientos, siguió adelante y ahora se le reclama, ante el veredicto dictado, que ni siquiera se dicte la sentencia definitiva.
En detalle, de las cinco preguntas que la magistrada presentó a los miembros del jurado, solo la primera era considerada por la jueza como desfavorable para Pau Rigo. Por tanto, este fallo requería, como mínimo, siete votos del jurado.
Acerca de las otras cuatro preguntas guía, se le comunicó al jurado que eran favorables para Rigo, pero la elegida también le condena por homicidio. De ahí la confusión provocada por las preguntas de la magistrada y que han inducido al error a los miembros del jurado popular.
Además, el fallo dictado obtuvo cinco votos a favor y cuatro en contra, lo que -además- iría en contra de la Ley del Jurado, que reclama para condenar a un acusado que se consigan siete votos y no los cinco del veredicto de Pau Rigo.
En conclusión: las cinco preguntas de la magistrada al jurado popular eran confusas, la fiscalía y las defensas lo advirtieron y pidieron que se cambiaran, la magistrada se negó y, finalmente, el jurado ha elegido un fallo que es perjudicial para Pau Rigo, pero lo ha votado como si fuera beneficioso para el anciano de Porreres.
Llegados a este punto, la fiscalía pide que no se dicte sentencia definitiva y que se repita el juicio ya que el jurado popular ha salido de su aislamiento y no puede volver a votar el veredicto.
Así, ahora la magistrada puede atender los requerimientos que se le hacen desde la fiscalía y volver a reemprender todo el juicio. O empecinarse en sus posiciones y ya sería una instancia superior la que debería determinar qué camino hay que seguir.
Ocurra lo que ocurra, Pau Rigo -pese a los miles de apoyos que está recibiendo a través de las redes sociales- seguirá sufriendo, de manos de la Justicia, un capítulo más de la pesadilla que comenzó en la mañana del 28 de febrero de 2018, cuando los hermanos Fredy y Mauricio Escobar -inducidos por Juan Antonio Sánchez y Marcos Rotger- penetraron con violencia en su casa, cubiertos por pasamontañas, armados con barras de hierro, le agarraron por el cuello, le exigieron su dinero y amenazaron con torturar a su esposa. Todo ello pocas semanas después de otro asalto criminal y muy violento a su misma casa de Porreres.
Un drama que tuvo su punto álgido cuando Pau Rigo se defendió de loa asaltantes, impulsado por el temor a perder su vida y la de su esposa, disparando a Mauricio Escobar, que murió poco después.
Pau Rigo tiene ahora 83 años de edad, arrastra las graves secuelas físicas de la violencia utilizada contra él por sus asaltantes, vive encerrado en su casa de Porreres, prácticamente no oye y, una vez más, ve como la Justicia no le ampara en su defensa propia sino que, además, quizás le obligue a repetir todo su calvario judicial.
