Según recoge Infosalus, las consecuencias del desconocimiento de la enfermedad renal crónica son la falta de hábitos específicos para la prevención, así como el infradiagnóstico en los primeros momentos de desarrollo de la enfermedad renal, vitales para un mejor tratamiento y una mayor calidad de vida del paciente.
De esta manera, desde SEN recomiendan mantener una ingesta de agua adecuada, entre 4 y 6 vasos diarios, y moderar el consumo de bebidas gaseosas y alcohólicas. El tabaco también resulta perjudicial por lo que hay que evitar su consumo.
Comer verduras dos veces al día y frutas tres veces, a la vez que combinarla con pan, pastas o arroces, es otro de los consejos de SEN para cuidar la salud renal. En este sentido, se recomienda consumir proteínas a diario de origen variado alternando pescado blanco y azul, con huevos y legumbres.
Sólo ocasionalmente hay que consumir carnes rojas y procesadas como embutidos, salchichas, hamburguesas y patés. Las carnes rojas es mejor cocinarlas al horno o a la plancha y, son preferibles, aquellas de ave sin piel y el jamón cocido. Una observación de SEN apunta a evitar el consumo de vísceras de animales.
Tampoco se aconseja el abuso de alimentos ultraprocesados, de azúcares refinados o de contenido graso como la bollería industrial, mantequilla, tocino, embutidos o margarina. Por último, no es recomendable abusar del consumo de sal.