La polémica nunca ha abandonado el carril bici de la Plaza España de la capital balear. Un trazado que cruza de manera perpendicular el flujo de personas procedente de la Estación Intermodal hacia la calle Olmos y viceversa, obligando así a los peatones a cruzar el carril por alguno de los dos únicos pasos de cebra señalizados.
"Es un lugar donde pasa mucha gente y la verdad es que es un peligro tener un carril bici aquí", señala una vecina, partidaria de fomentar el uso de este tipo de vehículos, pero para quien "es necesario buscar una alternativa". Una opinión que comparte otro de los transeúntes para quien "siempre hay que dar la bienvenida a todos los carriles bici, pero si pudiera plantearse otro trazado que no compitiese con los peatones se convertiría en la solución perfecta".
Al desestimar el Ayuntamiento este cambio de trazado que muchos defienden, desde la Plataforma Patinetes y Bicis a Raya proponían la obligación de bajar de sus vehículos a los usuarios de este tipo de vehículos de movilidad personal a la hora de circular por este tramo que cruza la Plaza España.
"Que caminen un trozo y para no distorsionar la línea de paso. El hecho de que el flujo principal de paso atraviese perpendicularmente el carril bici es un despropósito", asegura Jaume Pla, uno de los portavoces de la plataforma, quien lamenta que "nos dirán que han pintado dos rayitas para que pasen los peatones. Esto no es serio. La gente no se desplazara 50 metros para pasar por ahí".
Así, una vez rechazadas desde el Consistorio todas las alternativas propuestas, desde esta plataforma responsabilizan al propio ayuntamiento de cualquier futuro incidente que se pueda producir entre peatones y este tipo de vehículos.
"Pensamos que, subsidiariamente, el que nos pone en riesgo es el Ayuntamiento", asegura el propio Pla.
Una polémica que reabre el debate sobre la convivencia entre peatones, bicicletas y patinetes, en un punto, el de la Plaza España, por el que pasan diariamente unas 20.000 personas.