La eurodiputada del PP, Rosa Estaràs, ha pedido hoy una vez más a la Comisión Europea flexibilizar las normas sobre ayudas de mínimis y crear un umbral mínimo específico para las islas que no son regiones ultraperiféricas, pues “de ello depende la supervivencia de muchas empresas en las islas”.
La eurodiputada popular ha hecho esta reclamación a la vicepresidenta ejecutiva para una Europa Adaptada a la Era Digital de la Comisión Europea, Margrethe Vestager en la Comisión de Desarrollo Regional del Parlamento Europeo, después de habérselo pedido también por carta este mismo mes.
La eurodiputada balear ha insistido en que “se trata de una cuestión de derechos humanos, pues es una cuestión de supervivencia de nuestro tejido productivo. De hecho, ya hemos perdido muchas empresas por las desventajas que supone la insularidad y la mayoría de las islas sobreviven por el turismo”.
Se refiere, en concreto, a la revisión del Reglamento relativo a estas ayudas, cuyo borrador no contempla la insularidad como hecho específico: “Todas nuestras exportaciones e importaciones dependen del transporte aéreo y marítimo, no podemos hacerlo terrestre, estas dificultades que sufrimos no tienen el reconocimiento que merecen en esta regulación”.
Por ello, Estaràs pide que el nuevo umbral de 275.000 euros propuesto para las ayudas de mínimis no sea de aplicación a las empresas situadas en las islas y se cree un umbral específico para las islas que no son regiones ultra periféricas para compensar las desigualdades causadas por la insularidad.
Pide igualdad de condiciones con las empresas continentales
Estaràs ha defendido el derecho de quienes viven en las islas “de competir en igualdad de condiciones con las empresas continentales”.
Como ejemplo ha puesto a la industria del calzado, muy importante en la región: “Podemos distribuir el calzado de nuestras islas a cualquier destino, pero vale mucho más que si las empresas estuvieran en el continente”.
Así, Estaràs, como ya ha hecho en repetidas ocasiones, recuerda a la Comisión que “los territorios insulares sufren unas desventajas severas y permanentes, reconocidas en el artículo 174 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, que ocasionan sobrecostes significativos para sus empresas y les impide competir en igualdad de condiciones en el Mercado Interior”.
