Y es que según señala Joan Simonet, serán los agricultores los que saldrán peor parados con esta eliminación del IVA en productos como la leche, el queso, los huevos, la fruta o la verdura. De hecho, no descarta que incluso los productores tengan que repercutir en el precio esta rebaja del impuesto.
En este sentido, Simonet ha explicado que "se baja el precio de los alimentos pero, sin embargo, el agricultor seguirá bajando el IVA de los abonos, las semillas, los plásticos..." añadiendo que "para el agricultor estas bajadas de IVA pueden implicar subir los precios para seguir teniendo liquidez".
"La medida afectará a los agricultores que hacen venta directa y a los que forman parte de la cadena alimentaria", ha señalado Simonet, añadiendo que "desconocemos si este IVA desaparecerá de toda la cadena o del último tramo. En caso de que desaparezca de todo el eslabón de la cadena, el agricultor se encuentra con que no cobrará un IVA que podía compensar cada trimestre y tendrá que esperar un año y medio a cobrarlo".
Por otro lado, el gerente de Asaja Baleares se ha mostrado satisfecho con la decisión de mantener la bonificación de 20 céntimos por litro de combustible para el sector primario. "El mantenimiento del descuento de 20 céntimos en el gasoil agrícola es una medida positiva siempre que no cambien las condiciones", ha indicado Joan Simonet.
Así como también, ven positivo que el Ejecutivo Central apoye a la agricultura con ayudas directas para hacer frente al encarecimiento de los fertilizantes. Sin embargo, Simonet lamenta que no se tenga en cuenta la insularidad. "Es una medida positiva, pero tenemos que ver como se articulan estas ayudas". Si bien, el gerente de Asaja manifiesta que "en el momento en el que nos tratan a todos por igual, a los de la Península y las Islas, cuando los sobrecostes en Baleares son más elevados, siempre salimos perjudicados. Será una ayuda que vendrá bien, pero comparativamente insuficiente".
Con todo, Joan Simonet tiene claro que la única manera de intentar contener los precios de los alimentos es reducir los costes de producción, disparados por el encarecimiento de los carburantes, la energía, los fertilizantes y la mano de obra, entre otros.