A partir del 1 de enero entran en vigor las nuevas medidas anticrisis del Gobierno que contemplan, entre otras acciones, eliminar el IVA de los alimentos básicos, que son la leche, los quesos, el pan, las harinas, los huevos, la fruta, la verdura, las hortalizas, las patatas, los cereales y las legumbres y del bajar del 10 al 5% el del aceite y las pastas.
Aparentemente se trata de una medida que promete un gran alivio en los bolsillos de los ciudadanos, pero ¿Cuál será la realidad, una vez pasemos por caja el primer día de 2023? Hagamos un repaso a los precios actuales y a cómo quedarían tras la modificación del IVA.
En el caso de los huevos el ahorro sería de unos 8 céntimos, mientras que una cuña de queso de unos 400 gramos sería 16 céntimos más barata. La pasta, por ejemplo unos espaguetis, supondrían 6 céntimos de descuento, al igual que un kilo de manzanas. Lo mismo ocurriría con las naranjas, que serían 6 céntimos más baratas. Las patatas, un alimento presente en todas las mesas, reducen 12 céntimos su precio; mientras que la leche lo hace solo en 4. La bajada más notable quizás sea la del aceite de oliva, que supone por garrafa de 5l. un ahorro aproximado de 1,14€. Las zanahorias o las barras de pan, son los que menos notan la bajada, con 3 y 2 céntimos respectivamente.
Extrapolando estos cálculos al resto de productos con descuento, podemos concluir que de una compra aproximada de 100 euros, el ahorro real será de 4,30€, eso siempre que el distribuidor hubiera repercutido totalmente la bajada del impuesto al precio final de venta. Con todo, las medidas del gobierno están orientadas a aliviar el bolsillo del ciudadano, aunque quizás ese alivio no sea tan considerable como se necesite en estos momentos.
¿Y qué opinan los ciudadanos sobre las rebajas del IVA en los alimentos de primera necesidad? Nos hemos acercado al mercado para conocer su visión.