Muchos docentes de los centros educativos públicos de Baleares se han sumado al paro de dos horas convocado por los sindicatos para protestar contra las condiciones socio-laborales del colectivo. Unas protestas que han finalizado ante las puertas del Parlament, donde unos 300 docentes han denunciado la supuesta improvisación con la que se está intentando aplicar la Lomloe.
Así, la secretaria de la Junta de Personal Docente de Mallorca, Catalina Bibiloni, ha señalado que "estamos muy preocupados porque no sabemos por donde tirar con los criterios de evaluación", añadiendo que "tenemos una nueva ley para aplicar y tenemos unos recursos humanos que no son suficientes para la enseñanza pública".
En este sentido, Bibiloni ha advertido que "los centros educativos no están tranquilos, hay mucha indignación. Es más, cuando uno explica las cosas, no te dejan ni hablar, hay indignación y es real".
De hecho, los docentes no descartan que la situación pueda llevar a una huelga. "Esto se podría traducir en una huelga si el colectivo empuja para ello. Se están madurando las próximas acciones", ha remarcado la secretaria de la Junta de Personal Docente de Mallorca.
Un Martí March que durante su intervención en la sesión plenaria del Parlament ya se había referido a esta cuestión, reconociendo que el tiempo para poder aplicar correctamente los criterios de evaluación de la nueva ley educativa no ha sido el más adecuado.