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Los españoles trabajamos 193 días al año solamente para pagar impuestos

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El aumento imparable de los precios también supone el aumento de los impuestos que pagamos todos los españoles. Los más importantes, el IVA y el IRPF, están estrechamente ligados al consumo. Por ello, al pagar más por las gasolinas, la electricidad y los alimentos, también pagamos más impuestos. Y así la Hacienda pública multiplica sus ingresos gracias a la subida del coste de la vida.

Si desde el 1 de enero todo lo que hemos ganado trabajando lo reserváramos para pagar los impuestos, habríamos tardado 193 días en ahorrar lo suficiente para cubrir las exigencias del fisco. Y solo nos quedarían 168 días del año para nosotros.

Cada año trabajamos 193 días solamente para pagar nuestros impuestos. Ayer, 13 de julio, fue el Día de la Liberación Fiscal, denominado así porque es la jornada, desde el 1 de enero, hasta la que hemos estado trabajando únicamente para cumplir con Hacienda. Y es que la presión fiscal ha aumentado en España hasta el 43% de nuestros ingresos.

Este Día de la Liberación Fiscal, hasta el que hemos trabajado solo para pagar al Estado, se alarga cada año más. Mientras este 2022 se ubica el 13 de julio, el año pasado se quedó en el 26 de junio. Sumamos, por tanto 18 días más en beneficio de Hacienda y en perjuicio de nuestros ahorros y de nuestras compras.

El Día de la Liberación Fiscal fue creado por la Fundación Civismo y constituye un termómetro de la carga fiscal que soportan los contribuyentes. Evidencia, además, la magnitud de la carga tributaria que soportan los hogares españoles, que trabajan más de medio año solo para el Estado.

El informe de 2022 señala que la presión fiscal directa sobre las familias españolas sigue creciendo, como ya lo estaba haciendo desde 2018 con Pedro Sánchez en La Moncloa. De hecho, y tras la pandemia, el actual año en curso es el que más aumentado la presión fiscal directa desde que el Gobierno del PSOE y Unidas Podemos llegó al poder.

Según los portavoces de la Fundación Civismo, “es incomprensible que, ante una inflación disparada, el Gobierno no haya deflactado las tarifas fiscales, lo que hubiera permitido que los contribuyentes mantuvieran su capacidad económica”.

Y es que, a medida que suben los precios de las cosas, también sube la presión fiscal. Con ello, los españoles perdemos capacidad de compra y ahorro no solo por un IPC disparado, sino también por unos impuestos que le siguen a la zaga.

Las comunidades en las que sus ciudadanos más sufren la presión de Hacienda son, por este orden, Cataluña, Cantabria, Castilla-La Mancha, Valencia, Navarra y Baleares, que encabezan el pelotón fiscal. Los menos perjudicados son los andaluces, los castellano-leoneses y los canarios.

La Fundación Civismo ofrece la web www.calculadorafiscal.es para que todos los contribuyentes puedan calcular personalmente la tributación que les atañe en función de su lugar de residencia.

Actualizado: 15 de julio de 2022

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