Con los combustibles por encima de los dos euros el litro, con la cesta de la compra cada día más cara, con el Euribor de las hipotecas subiendo otra vez, cada familia española va a ser, si no cambian las cosas, más de tres mil euros más pobre a finales de año.
Hace ya meses que padecemos el encarecimiento imparable de la vida con la inflación disparada casi en un 10 por ciento, la subida de los tipos de interés, la de la luz pese a la ‘excepción ibérica’, las gasolinas por encima de los dos euros el litro y la cesta de la compra.
Un panorama muy complicado para las familias españolas que tendrán que pagar 900 euros más al año por su hipoteca, 500 euros más por la electricidad, mil euros más por los combustibles y los alimentos según sus prioridades en el supermercado.
La inflación no son números abstractos, son euros contantes y sonantes.
Para enfriar la economía e intentar, precisamente, paralizar esta escalada de precios, la Reserva Federal de Estados Unidos ha subido los tipos de interés, para encarecer los préstamos, en un 0’75 por ciento. Dentro de poco le seguirá en el mismo camino el Banco Central Europeo. Con ello, el Euribor ya ha subido el 1 por ciento, lo que va a suponerle a una familia hipotecada, de media, pagar 70 euros más al mes, 900 euros más al año.
La factura de la luz sigue al alza pese a las medidas puestas en marcha por el Gobierno. Con respecto a hace un año, se ha encarecido en un 48 por ciento, lo que significa que un usuario medio paga ahora 121 euros al mes, 40 euros más que antes, lo que se traduce en casi 500 euros más al año.
A este gasto extra hay que añadir, además, la subida del butano, que también ha subido un 40%.
Las gasolinas, por su parte, se han encarecido un 66 por ciento en los últimos doce meses. Por llenar un depósito de 50 litros se pagan ahora 42 euros más cada vez que se reposta. Si llenas el depósito dos veces al mes, supone un gasto de mil euros más al año.
La cesta de la compra -los alimentos y productos del hogar- no se queda atrás en esta montaña rusa siempre para arriba. A una familia media se le ha encarecido su gasto en el supermercado un 8,7 por ciento en un año, aunque esta es la media y hay productos que han subido sus precios muchísimo más: el pan un 13 por ciento, los huevos un 25 por ciento y el aceite un 44 por ciento. Estas subidas se traducen en que la cesta de la compra se ha encarecido 500 euros más al año.
Sumando y sumando, somos como mínimo hasta 3.000 euros más pobres.
Si, además, consideramos que la nómina media en España es de 16.000 euros, estos 3.000 euros de más simplemente para los gastos generales y de supervivencia provocan un agujero del que algunas familias van a tener muy difícil salir.