Una vez descartada la hipótesis de que el combatiente mallorquín fallecido en Ucrania fuera víctima del fuego ruso, el Ministerio de Exteriores y la familia de Ángel Adrover se mantienen a la espera de los resultados de la autopsia para conocer la causa exacta de su muerte.
Adrover, de 31 años y natural de Portocolom, era ingeniero en telecomunicaciones y desde el pasado mes de marzo se encontraba en Ucrania para colaborar con el ejército local desde una base en Leópolis, aunque se desconoce hasta el momento si llegó a formar parte de la primera línea de combate.
A la espera de conocer los resultados del estudio forense, el ministerio encabezado por José Manuel Alvares ya trabaja estrechamente con las autoridades ucranianas para tratar de que el cuerpo del primer español fallecido en Ucrania víctima de la guerra sea trasladado a la embajada en Kiev lo antes posible.
Un traslado que sería el paso previo a la repatriación de Ángel Adrover hasta Mallorca. Un proceso que el Gobierno ya ha señalado que facilitará en todo momento, pero que en principio no costeará dado que el mallorquín se encontraba de manera voluntaria en territorio ucraniano.
Familiares y amigos de Ángel Adrover no salen de su estupor en esta pequeña localidad costera mallorquina, hasta donde la zarpa de la guerra ha llegado para llevarse consigo a uno de sus vecinos.