La temporada turística ha arrancado como un tiro en Mallorca. Tras superar el 70 por ciento de ocupación durante el mes de mayo, todo hace indicar que en verano se podría llegar a tasas de ocupación hotelera cercana al 90 por ciento.
Una situación que también se repite en la isla de Menorca, donde los buenos resultados obtenidos en abril y mayo, hacen que José Guillermo Díaz Montañés, CEO de una cadena hotelera tan arraigada com Artiem Hotels, se muestre moderadamente optimista al señalar que "va a ser un verano muy intenso, con mucho turismo nacional e internacional, y eso va a hacer que las ocupaciones sean altas".
Además de este optimismo, los hoteleros de las dos islas comparten el hecho de tener que afrontar unos precios alza de las materias primas y los costes energéticos. Unas subidas que, en muchos casos, no podrán repercutir en su tarifa final.
Más allá de la cuestión económica, los hoteleros también han tenido que afrontar roturas de stock y vaivenes diarios que han complicado mucho su gestión.
Una realidad, que pese a todo, no impedirá unos buenos resultados, si bien es cierto que no con unos beneficios empresariales tan altos como los que cabría esperar.