Sobre la medianoche del jueves al viernes pasado, un coche patrulla de la Policía Local de Palma estaba estacionado en la Avenida Antoni Maura en un servicio rutinario de vigilancia.
Entonces, un taxista se dirigió a los agentes y les informó de una presunta agresión que acaba de producirse en la Plaza de la Reina. Una mujer había sido lanzada fuera o saltado voluntariamente con peligro desde un coche que, inmediatamente, se había dirigido hacia el Paseo Sagrera.
Los agentes arrancaron a toda velocidad y recorrieron la calzada lateral del paseo. Al llegar al final, junto a la bocacalle de la plaza Atarazanas y frente al Consolat de Mar, procedieron a dar un giro de 90 grados para entrar en la calzada central, pero la velocidad provocó el descontrol del vehículo.
Siguieron recto, chocaron contra el bordillo, las cuatro ruedas impactaron con fuerza y se reventaron, el coche saltó entonces a la zona peatonal y patino sobre la acera con las llantas y ya con los neumáticos rotos. Además, el vehículo de la Policía Local perdió el guardabarros posterior.
En ese momento, ya totalmente descontrolado, el coche policial alcanzó a los tres paseantes, con el resultado ya conocido de uno de ellos muerto, otro herido grave y el tercero leve.
Todos estos datos están ahora a la espera de ser confirmados por la Guardia Civil, que ha asumido la investigación de los hechos por orden judicial, con lo que se ha querido así apartar a la Policía Local de la investigación para evitar cualquier tipo de sospecha sobre su objetividad e imparcialidad.