De estas nuevas plazas ofertadas por el Gobierno, 15.000 servirán para incorporar trabajadores públicos de nuevo ingreso y el resto (5.300 plazas) se destinarán a la promoción interna.
Dentro de las 15.000 plazas para nuevos funcionarios, se ofertarán 2.600 puestos para la estabilización de trabajadores interinos, es decir, para convertir a los trabajadores interinos en trabajadores estables; unas 8.000 plazas servirán para reponer a los funcionarios que se jubilen; y 4.246 se destinarán a la ampliación del cuerpo funcionarial. Estos últimos serán los únicos de los 20.300 que significarán la creación de empleo neto, ya que el resto se destinará a cubrir vacantes o formalizar puestos ya existentes.
Todas las plazas ofertadas servirán para cubrir puestos prioritarios, puestos de atención al público o puestos en los que se ha producido un déficit de trabajadores. En concreto, la oferta afectará a la Agencia Tributaria, la Seguridad Social, el Servicio Público de Empleo, Instituciones Penitenciarias, las oficinas de tramitación del DNI y la Dirección General de Tráfico (DGT).
Será la primer vez que se produzca una situación de empleo neto, al ofertar más plazas de las que quedarían vacantes por la jubilación de trabajadores.