La propietaria de Nuestras Novias, Iana Stoyanova, ha explicado que "la verdad es que ya tocaba. Estamos desbordados pero contentísimos porque tenemos muchísimas bodas este año, solamente en junio tenemos casi el doble de bodas que en 2019, en prepandemia, que ya fue un muy buen año".
El agotamiento que ha provocado el no saber cuándo y cómo podrían celebrar su compromiso con sus familiares y amigos ha quedado en el olvido. "Incertidumbre hubo más el año pasado, muchos se casaron porque no querían esperar más para la boda pese a las restricciones", ha advertido Stoyanova, señalando que "este año la gente tiene muchísimas ganas y lo quiere celebrar todo".
Las bodas tampoco se han escapado del impacto económico y social. "Es un día muy especial en la vida, hay que disfrutarlo pese a estar nervioso y se pasa muy rápido", ha afirmado Stoyanova, añadiendo que "todo lo que está pasando en el mundo nos asusta a todos, nadie imaginaba que ocurriría esto.
Los meses de verano, algunos optan por las estaciones de otoño y primavera e incluso en los meses más fríos En los últimos años, las parejas ya no solo piensan en casarse. "La temporada se ha alargado muchísimo, hay muchas bodas en marzo y también cada vez más en noviembre y diciembre, incluso algunas en enero", ha indicado la propietaria de Nuestras Novias.
Iana, propietaria de Nuestras Novias, y todo su equipo, han tenido la oportunidad de ver sus vestidos tanto de sus colecciones propias como de otros diseñadores en bodas celebradas en los lugares más exóticos del mundo como Sudáfrica, Hawaii, las Seychelles o Bali entre otros muchos rincones.