La llegada del Metro desde el Campus de la Universitat y hasta el Parc Bit deberá esperar un poco más. Un auto del Tribunal Superior ha encendido la luz roja al proceso de adjudicación de las obras. El motivo de ello es que el dinero que el Govern decía que iba a pagar por la nueva vía de transporte de pasajeros es insuficiente, como denunció la Asociación de Constructores de Baleares.
Los constructores elevaron hasta los tribunales el concurso de adjudicación de los trabajos ya que, según sus alegaciones, el Govern había infravalorado los precios de los materiales, especialmente el cemento y el acero.
Los empresarios baleares concluyeron que con estos precios ninguna empresa de las islas se atrevería a presentarse para participar en las obras y que, por tanto, quedarían en manos de multinacionales foráneas, las cuales -después- alegarían costes sobrevenidos y acabarían reclamando más dinero. Una circunstancia que, con las obras ya empezadas, siempre beneficia a las multinacionales del sector.
Y es que este no es el primer caso de obras infradotadas económicamente y que, después, provocan conflictos de financiación público-privada que solamente pueden afrontar las grandes empresas asociadas a los bancos del Ibex 35.
Ahora, el Govern deberá redactar otro concurso de adjudicación de las obras con los precios ajustados a la verdadera realidad y al alcance de la participación de las empresas de Baleares.