Facilitar la conversión de los hoteles que ya han finalizado su vida útil, también los de 1 o 2 estrellas y los hostales, en nuevas viviendas, residencias de la tercera edad o, incluso, oficinas, es el principal objetivo de las enmiendas a la Ley Turística que se van a introducir en el trámite de comisión parlamentaria.
Una iniciativa que tendrá los votos a favor de los socialistas, MÉS per Mallorca y Unidas Podemos desde el Govern y El Pi desde la oposición.
La condición que se va a exigir a los hoteleros que cierren estos establecimientos obsoletos es que el 50% de las nuevas viviendas sean de protección oficial y respeten las normas urbanísticas del lugar en el que están ubicados.
A esta posibilidad también podrán acogerse los propietarios de solares calificados como turísticos, pero en los que nunca se haya construido ningún hotel. En este caso, deberán destinarse a viviendas sociales el 30% de los nuevos pisos.
En ninguno de los dos supuestos podrán destinarse ninguna de las nuevas viviendas a alquiler vacacional.
Las plazas hoteleras de los hoteles que sean reconvertidos podrán ser traspasadas, aunque siempre a establecimientos de 4 o 5 estrellas.
Asimismo, los hoteles obsoletos también podrán ser derribados y convertidos en viviendas.
Los trabajadores de los hoteles que se reconviertan no perderán sus empleos, ya que obligatoriamente deberán ser subrogados en otros hoteles de los mismos propietarios o en otros puestos laborales.
Uno de los puntos más criticados por los hoteleros de la Ley Turística era el límite a las reformas de los establecimientos que aún no se han modernizado, el 38 por ciento de la planta. De acometer estas obras, perderían plazas turísticas.
Con el nuevo pacto político, y a iniciativa de El Pi, esta reducción no afectará a los hoteles de menos de 150 plazas y se modula en el resto.
Además, los hoteles ubicados en edificios históricos no tendrán que cambiar sus camas históricas actuales por elevables, para poder conservar la estética y personalidad de sus habitaciones.
Unidas Podemos, sin embargo, insiste en que a este pacto le faltan medidas que obliguen a los establecimientos a utilizar energías renovables.
Asimismo, el Govern quiere incluir en el pacto, además de al Pi, a Ciudadanos, con lo que PP y VOX quedarían fuera del consenso.
En mayo del año 2020, en plena pandemia, el Govern aprobó un decreto que contenía propuestas similares a estas y que pretendían incentivar el cierre de establecimientos turísticos obsoletos. Ningún hotelero se adhirió a ella.