Seguramente no. Porque David Azagra es el nombre artístico de David Sánchez Pérez-Castejón. Sí, el hermano de Pedro Sánchez, el nuevo secretario general del PSOE.
Poco después de saltar la polémica, el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, se ha apresurado a negar que ese puesto haya sido creado por la Diputación para adjudicárselo al hermano de Sánchez. “Lo ha conseguido a través del correspondiente procedimiento”, ha matizado.
La medida, de haberse tomado tras oposición, sería apenas discutible a pesar de la coincidencia de apellidos. Pero lo es más tras conocerse que ha sido un enchufe en toda regla porque, según ha señalado el dirigente de de Podemos Extremadura, Álvaro Jaén, “la adjudicación se ha basado en una entrevista personal, sin establecer criterios claros de baremación y sin la existencia de un tribunal calificador, lo que viene a mostrar el binomio existente entre la Junta y el PSOE, como una agencia de colocación de amiguetes”.
En la misma línea, pero rebajando un poquito el tono, se ha expresado el portavoz del PP en la provincia de Badajoz. Luis Francisco Sánchez incluso apunta a los posibles motivos al señalar que “en esta vida nada es casual”. “Habría que preguntarse si el nombramiento del hermano de Pedro Sánchez responde a una contraprestación por incluir a Vara en la Ejecutiva socialista“, ha señalado.
Según figura en la documentación a los aspirantes se les exige ser funcionario de carrera o personal laboral de las Administraciones Públicas, o profesional del sector privado con más de cinco años de ejercicio profesional. Por ahí no encajaba el perfil de David Azagra.
Pero la letra pequeña de la base quinta de la convocatoria señala que se valorarían los siguientes méritos específicos: titulación académica de Profesor Superior de Música (especialidad en dirección de orquesta o en otra especialidad); máster en dirección de orquesta; experiencia profesional en dirección de orquesta; experiencia en actividades pedagógicas; capacidad de organización de equipos; conocimientos de idiomas; experiencia profesional en el ámbito del desarrollo cultural; compromiso con las funciones que se encomendarían; adaptabilidad a nuevos requerimientos; compromiso de confidencialidad; y la actitud de responsabilidad en la gestión. Y aquí, sí que estaba todo en orden.
De hecho, en la resolución publicada en el BOP se subraya que David Sánchez es “el aspirante que cumple con todos los méritos específicos reseñados en la base quinta de la convocatoria” y también por “la preparación demostrada, su currículum, la defensa del proyecto, las propuestas de mejora realizadas y, sobre todo, por la contestación a las preguntas que se formularon en la entrevista”.
Según la Junta, Podemos “falta a la verdad” y pone de manifiesto “el profundo desconocimiento de los procedimientos de la administración provincial”. El caso es que el proceso no es todo lo transparente que debiera ser para coincidir con el arranque de la segunda vida de Sánchez al frente del PSOE.
