Lidl continúa avanzando para afianzarse como referente en sostenibilidad e innovación tanto dentro como fuera de su sector, con el objetivo de ser el supermercado más sostenible de España. La sostenibilidad es el eje sobre el que gira el modelo de negocio de la cadena de supermercados, un valor que le diferencia del resto de operadores y que está integrado en toda su actividad.
En este sentido, en el ámbito medioambiental, siendo conscientes del calentamiento global del planeta y del impacto de su actividad, Lidl junto con el Grupo Schwarz (del que forma parte) ha desarrollado una estrategia sobre el clima con el objetivo de contribuir al Acuerdo de París y evitar un cambio climático peligroso, manteniendo el calentamiento global por debajo de los 2 °C y prosiguiendo los esfuerzos para limitarlo a 1,5 °C. En España, la cadena de supermercados trabaja para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) un 80% hasta 2030 y para ser neutro en carbono hasta principios de 2023.
Precisamente para lograr esos objetivos, desde hace años, el esfuerzo de Lidl está focalizado en la búsqueda constante por encontrar soluciones prácticas a la reducción de la emisión de CO2. Gracias a la implementación de diversas medidas en distintos ámbitos de actuación, para minimizar el impacto medioambiental de su actividad, la compañía ya ha conseguido disminuir un 44% de sus emisiones directas desde 2018, según un estudio de la consultora PwC sobre el impacto medioambiental de Lidl en España.
Baleares, región pionera
Dentro de su estrategia de sostenibilidad, Baleares se ha convertido, debido a sus características geográficas, en una región referente para la compañía a la hora de testear y poner en marcha este tipo de iniciativas que favorecen políticas de eficiencia energética para posteriormente implementarlas en el resto del país.
El director de Lidl en Baleares, Achim Becker, explica que “el compromiso de Lidl con la sostenibilidad medioambiental es firme y decidido, y por ello vamos sumando iniciativas que nos permiten avanzar en cuestiones como el uso de energías eficientes y renovables, el ahorro de papel y un uso responsable del plástico, entre otras”. Además, añade que “para la compañía, Baleares es una región perfecta para testear y poner en marcha distintas iniciativas medioambientales. De este modo, en muchas ocasiones, nuestros clientes de las Islas son los primeros en ver materializadas en nuestras tiendas las acciones que impulsa la compañía en materia de sostenibilidad y que luego son implementadas en el resto de puntos de venta del país”.
Medidas concretas de sostenibilidad
En general en nuestro país, Lidl está trabajando para alcanzar los objetivos de su estrategia contra el cambio climático a través de medidas concretas relacionadas con: su iniciativa REsetPlastic, el programa Neutro en Carbono, la gestión de los residuos, la construcción eficiente y la logística sostenible, entre otras.
o Aparcamiento descontaminante: Lona sostenible en Felanitx
La medida más reciente que la compañía ha puesto en marcha en la región es la instalación de una lona sostenible de 60 metros cuadrados (lo que equivale a una plantación de 60 árboles) en el aparcamiento de su tienda de Felanitx.
Se trata de una lona, compuesta por una tecnología innovadora y sostenible a base de agua y partículas ultrafinas de dióxido de titanio, que tiene como objetivo purificar el aire (mejorando su calidad y haciéndolo más limpio y seguro) a través del abatimiento de partículas nocivas que se encuentran en el aire. Esta tecnología es totalmente segura y sostenible y tiene una efectividad del 100% en los 5 primeros años.
Esta es la segunda superficie sostenible que la compañía instala en el aparcamiento de alguna de sus tiendas – la primera se encuentra en un establecimiento de Montcada i Reixac (Barcelona) – y, para que los resultados sean perceptibles también por parte de los clientes, se ha situado junto a ella un tótem que estima la cantidad de partículas nocivas abatidas por la lona.
o Construcción eficiente: Placas fotovoltaicas en las Islas
Para reducir las emisiones de carbono de sus centros de trabajo, Lidl también desarrolla proyectos de eficiencia energética que le ayudan a disminuir el consumo y las emisiones nocivas para el planeta. Actualmente, el 100% de la energía que se consume en todas sus tiendas, oficinas centrales y plataformas logísticas procede de fuentes renovables.
La compañía cuenta actualmente en Baleares con más de 12.200 metros cuadrados de placas fotovoltaicas, instaladas en la cubierta y parasoles de los aparcamientos de 23 de las 29 tiendas que tiene en la región y, durante 2022, prevé la instalación en otros 3 establecimientos de las Islas, por lo que que, a finales de este año, la cadena de supermercados ya contará con el 90% de sus puntos de venta de Baleares cubiertos con paneles fotovoltaicos. Para ello, la inversión estimada realizada durante los dos últimos años ha sido de cerca de 3 millones de euros.
Con la energía generada, podrá llegar a cubrir hasta el 30% del consumo de electricidad de cada establecimiento.
o Mayor red gratuita de recarga de vehículos eléctricos en Baleares
Asimismo, Lidl también cuenta con la mayor red gratuita de Baleares para la recarga de vehículos eléctricos, con un total de 50 estaciones en sus tiendas de la región, para las que ha realizado una inversión de más de 700.000 euros en los últimos años. Un servicio que ha tenido una gran acogida por parte de los clientes ya que, actualmente, la media de conexiones mensuales por tienda supera las 100.
Los primeros puntos de recarga para vehículos eléctricos de la compañía en la región se instalaron en sus tiendas de Manacor y Campos en enero de 2018 y, desde entonces, todos los nuevos centros ya incorporan en sus aparcamientos este servicio gratuito para sus clientes. Es el caso de los establecimientos inaugurados recientemente en Palma (Nou Llevant) e Inca, con cinco nuevos puntos de recarga en total.
o Referentes en reducción de plástico
Con el propósito de convertirse en el supermercado más sostenible del país, en los últimos años, la compañía está llevando a cabo múltiples iniciativas de referencia vinculadas a la gestión de plásticos.
En 2018 Lidl se convirtió en la primera cadena de supermercados de España en eliminar las bolsas de plástico para la compra (acción con la que dejó de distribuir 100 millones de bolsas de plástico anuales). Solo un año más tarde, la compañía volvió a ser pionera al sustituir las bolsas de plástico de la sección de fruta y verdura por bolsas compostables (logrando reducir otras 220 toneladas de plástico anuales) y poner a disposición de sus clientes una bolsa de malla para fruta y verdura, con el objetivo de fomentar la reutilización.
Concretamente Baleares fue la primera Comunidad donde se testearon estas tres iniciativas y, tras el éxito que tuvieron entre sus clientes, las desplegó posteriormente también en todas sus tiendas a nivel nacional.
Dentro de su propósito de seguir avanzando en su proyecto de eliminar el plástico allí donde sea posible, en 2019, la marca también suprimió todos los artículos de plástico de un solo uso, sustituyéndolos en algunos casos por papel, como los bastoncillos para los oídos, y se convirtió el primer supermercado en eliminar los microplásticos de sus productos de cosmética, detergencia y limpieza.
Actualmente la compañía se encuentra inmersa en la optimización de todos sus envases con el objetivo de reducir al máximo el uso del plástico y, donde no sea posible, intentar lograr el mayor porcentaje de plástico reciclado en todos los formatos, así como facilitar la reciclabilidad de los envases de marca propia. En este sentido, en los últimos tiempos ha rediseñado el envase de más de 350 artículos, identificando cada uno de los mismo con el sello “envase eco-responsable”. Al respecto, cabe destacar el lanzamiento en todas sus tiendas de la primera botella de agua de marca propia 100% rPET, logrando ahorrar más de 185 toneladas de plástico virgen anual al planeta.
Todo ello se enmarca en la iniciativa REset Plastic, un plan con el que el Grupo Schwarz (del que Lidl forma parte) pretende reducir, hasta 2025, el uso de plásticos hasta un 20%, utilizar al menos un 25% de plástico reciclado en la composición de sus envases de marca propia y lograr que todos sus envases propios de plástico sean 100% reciclables.
o Reducción de papel y ticket eco
Dentro de su estrategia de sostenibilidad, a finales del pasado año, la compañía también activó una opción en su aplicación Lidl Plus para que sus clientes puedan renunciar a imprimir el ticket en formato papel y disponer exclusivamente de la versión digital como garantía de compra.
En paralelo, para los clientes que desean imprimir el ticket, Lidl está testando en varias de sus tiendas de Baleares un nuevo recibo de compra aún más ecológico. Éste, de un tono más oscuro, no contiene químicos nocivos para el medioambiente, es más fácilmente reciclable y su papel está certificado por FSC (Forest Stewardship Council), garantizando así que el material procede de una gestión forestal responsable. Este ticket de compra, que prescinde de plástico para agrupar los distintos rollos de caja, posee una mayor durabilidad y es resistente a la luz solar, al agua y al aceite.