Tras sobrepasar el 90 por ciento de llenado por las intensas precipitaciones registradas los pasados meses de noviembre y diciembre, en lo que fue un episodio excepcional de lluvias, los embalses de la Serra, que abastecen a Palma y los municipios aledaños, están ahora por encima del 80 por ciento.
El descenso entre un nivel y otro se ha producido por el consumo diario durante las últimas semanas de 200 litros por segundo que gestiona la empresa municipal palmesana Emaya. Con ello, se ha evitado utilizar agua desalada del mar, muy cara por el consumo eléctrico de su proceso de potabilización, y los acuíferos subterráneos, a los que se les ha dejado reponerse también con las lluvias.
El año pasado, por estas fechas, el nivel de los embalses era de solamente el 58 por ciento, lo que augura para este 2022 un verano con menos estrés hídrico que el padecido en 2021, especialmente al ser las previsiones de ocupación turística más altas que las de hace doce meses.
El agua de los embalses del Gorg Blau y de Cúber representan, de media, el 20 por ciento del consumo de agua potable de Palma.