Por quinto día, la borrasca Celia continúa afectando a las Illes Balears y a todo el sureste de la Península Ibérica con lluvias de barro, aunque serán dispersas. Sin embargo, no hay que descartar que puedan ser en forma de tormenta de forma localizada.
La calima persistirá por el polvo en suspensión arrastrado desde el norte de África.
Y todo ello acompañado del protagonismo del viento, que soplará de este-nordeste con intervalos fuertes, lo que activará una jornada más la alerta amarilla durante todo el día por temporal marítimo, especialmente en las zonas costeras del Llevant de Mallorca y de Menorca.
Las temperaturas permanecerán estabilizadas o, incluso, sufrirán un ligero descenso, con mínimas previstas de 11 grados y máximas de 18 en Palma.
Ya el sábado viviremos los últimos coletazos de Celia, con cielos nubosos con precipitaciones ocasionales y dispersas por la mañana para, ya después por la tarde, pasar a despejado y sin lluvias y amainando el viento del este.