El proyecto desarrollado para esta ocasión por Pinya consiste en una exposición 'site-specific' articulada por una serie de cuadros inéditos, de la más reciente producción, acompañados por una serie de intervenciones murales, puntuales, que establecerán un diálogo entre las obras presentadas y los propios muros del museo.
Además, no sólo lo visual formará parte de este proyecto. Lo auditivo también entrará en escena gracias a unos experimentos sonoros, realizados por el propio artista, donde la voz del poeta Jaume Munar (Felanitx, 1982) y los versos de su obra Wunderwaffe dibujarán un nuevo enfoque dentro de esta renovada inmersión plástica, según informa el centro cultural contemporáneo Pelaires.
Albert Pinya explica, respecto al título de la exposición y a la propuesta que presentará en Italia, que "para esta exposición quería encontrar un título que fuese una gran rareza dentro de mi producción. Por eso he optado por esta frase, tan recurrente y tan standard".
"Marcando así un tono rancio, convencional, ambiguo, aséptico, críptico y, por encima de todo, que no desvelase mis intenciones, ni mis objetivos, ni el punto en el que me encuentro en este instante. Porque lo que quiero ahora, es jugar un poco a la confusión, a crear despiste y tensión para que el público no me encasille, ni me ubique, ni me reconozca y no sepan a qué juego", ha agregado el autor.
Cabe destacar que la relación de Pinya con Italia se remonta años atrás, cuando en 2007 fue seleccionado por el comisario italiano Achille Bonito Oliva para formar parte de la exposición 'No va más. The game's on' (Museo Vostell-Malpartida. Cáceres, 2007) y un año después realizó su primera exposición individual en la AMT Gallery (Milán, 2008).
A nivel simbólico, esta exposición marca un hito dentro de la trayectoria de la obra de Pinya, ya que es la primera exposición en la que se presenta con un lenguaje radicalmente abstracto. El resultado de un trabajo de síntesis de estos últimos años de búsqueda y renovación.