La bacteria afecta a todas las Islas menos a Formentera, donde se han analizado 30 muestras sin que se haya manifestado la infección, según ha indicado la Conselleria en una nota de prensa.
Del total de positivos confirmados, 139 corresponden a Mallorca, 59 a Eivissa y 21 a Menorca. Asimismo, 85 ya han sido eliminados, 91 ya se han notificado al propietario para proceder a su eliminación y 43 están en trámite de notificarse.
En Mallorca los positivos se han dado en diez olivos, cuarenta y seis almendros, cincuenta y tres acebuches, catorce polígalas, tres cerezos, un ciruelo, seis romeros, una adelfa, dos ejemplares de alhucema rizada, una estepa negra, una mimosa y en una parra de viña de una parcela de autoconsumo de uva de mesa, fuera de las explotaciones de vinificación, en Sant Llorenç des Cardassar. En todos los casos en que se conoce la subespecie de la bacteria, en Mallorca, es del tipo 'fastidiosa' y 'multiplex'.
Por otro lado, en Menorca los positivos se han detectado en tres olivos, 15 acebuches y tres polígalas, en este caso de la subespecie 'multiplex'.
Finalmente, en Ibiza la presencia de la bacteria se ha confirmado en una mimosa, una lavanda, dos alhucemas rizadas, tres adelfas, 36 olivos, 15 acebuches y una polígala, todas de la subespecie 'pauca'.
En total, desde que en octubre de 2016 se confirmara el primer positivo de la plaga en Mallorca, se han tomado y analizado 937 muestras en la isla, mientras que en Ibiza han sido 277 y en Menorca 43.
Por otra parte, la Comisión Europea ha anunciado al Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente que llevará a cabo una auditoría al Estado entre el 12 y el 23 de junio.
Según ha indicado el Ministerio a la dirección general de Agricultura y Ganadería del Govern, la misión no sólo visitará Baleares sino también otras comunidades autónomas.
En base a los informes técnicos que elabore la misión europea la Comisión decidirá si, finalmente confirma el protocolo de contención para Baleares -que se aplica actualmente eliminado sólo el positivo y prospectando a su alrededor- en lugar del de erradicación -que supone eliminar todos los posibles huéspedes en un radio de 100 metros respecto de la planta infectada-.
La Conselleria considera que el protocolo de erradicación supondría "un fuerte impacto económico" tanto para la agricultura como para el turismo, ya que el paisaje también se vería afectado.
En este sentido, la Conselleria ha incidido en que cuenta con el apoyo del sector, del Parlament y de los eurodiputados españoles, y ha pedido al Ministerio aplicar a todas las comunidades autónomas los mismos principios inspectores que se están llevando a cabo en Baleares.