Tras más de una década estos niños han conseguido abandonar esa forma de vida y prepararse para un futuro mejor.
Con la colaboración con la Fundación Barceló, Cometas de Esperanza consiguió que 80 niños abandonaran su trabajo habitual en el basurero e iniciaran su desarrollo educativo en un primer centro en el que apenas cabían, donde recibían algo de formación y ayuda nutricional.
En 2008 la Escuela Cometas de Esperanza ya era una realidad legal; en ella los niños podían disfrutar de una educación integral con una vida sostenida por la formación y la esperanza de un futuro lleno de esperanza.
Hoy en día, tras varias sencillas ampliaciones del centro, la escuela alberga a 380 alumnos para cursar los 3 años de parvulario y 8 años de la educación primaria y secundaria. Pronto podrán estudiar también bachillerato. De esta forma, los niños con edades comprendidas entre los 3 y los 16 años, pueden completar el ciclo de primaria y secundaria además de realizar actividades extraescolares como visitas a monumentos, asistencia a conciertos de música clásica, excursiones, etc. Una formación integral de calidad apreciada oficialmente a través de los reconocimientos como uno de los mejores centros educativos de todo el país. Una valoración otorgada por instituciones tan prestigiosas como el Ministerio de Educación de la República Dominicana (Minerd), la Universidad Pontificia de Santiago y la Agencia de los EE. UU. para el Desarrollo Internacional, Usaid.
Tal es así que, después de 10 años, aquellos primeros niños buzo del “basurero de Rafey”, ahora ganan campeonatos nacionales de matemáticas o certámenes nacionales de ajedrez.
Gracias al apoyo de la Fundación Barceló, hoy en día ya no quedan niños trabajando en el vertedero. Han cambiado sus ropas sucias por un uniforme escolar.
En el cuso académico 2016-2017, hemos dado un paso más, en los inicios inimaginable, puesto que unos cuantos de aquellos 80 primeros “niños buzo” rescatados, han iniciado su andadura en la universidad.
Entre otros, hoy queremos compartir el caso de Luis Manuel Estévez Aquino que con su brillante expediente académico ha conseguido una beca internacional con la Universidad Rey Juan Carlos y el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología de la República Dominicana.
A través de esta ayuda Luis Manuel podrá conseguir su sueño de cursar durante 4 años el Grado en Coreografía y Técnicas de interpretación de danza y quién sabe si en el futuro no consigue ser un notable bailarín en el mundo de la danza. La beca cubre los gastos de matrícula, las tasas académicas, la manutención en la residencia universitaria Housing University de Madrid, un seguro de salud y otros gastos.
Desde la Fundación Barceló deseamos a Luis Manuel el mayor de los éxitos. Nosotros, por nuestra parte, seguiremos trabajando para apoyar, en la medida de lo posible, en la mejora de la educación y conseguir que logros como los de Luis Manuel se repitan con mayor frecuencia.