Son pocos los que no han sufrido en sus propias carnes, de manera directa o indirecta, las consecuencias económicas derivadas de la situación provocada por el coronavirus.
Así, según se desprende del último estudio de los Cuadernos Gadeso, la actual situación económica (62%) se ha convertido en la principal fuente de preocupación para la población balear, seguida muy de cerca por la inestabilidad laboral (51%) y el paro (47%).
"Hay muchos pequeños comerciantes y autónomos que realmente lo estamos pasando muy mal", señala una vecina de Palma, quien ve secundada su apreciación por otro transeúnte quién también añade que "el tema de las pensiones también se tendría que revisar un poco". Una tercera lamenta que "la pandemia supuso una pérdida de trabajo terrible", reconociendo acto seguido que "los que tenemos trabajo estamos bendecidos de alguna manera".
Tras haber superado los momentos más críticos a nivel sanitario, afloran ahora las consecuencias sociales y económicas de una pandemia cuyas cicatrices son palpables entre muchos de los miembros de la sociedad balear.