La publicación en el BOE implica que la reforma ha entrado en vigor este mismo jueves. La modificación partió del Parlament, pero requería del visto bueno de las Cortes Generales; el Senado aprobó hace una semana la propuesta de forma definitiva, con 251 senadores a favor, ninguno en contra y 12 abstenciones.
El aforamiento es una condición especial de la que gozaban los diputados autonómicos y los miembros del Govern balear, contemplada en el Estatut d'Autonomia de 1983, por la que sólo podrían ser juzgados por el Tribunal Superior de Justicia de Baleares y no por tribunales ordinarios.
El Parlament balear aprobó por unanimidad esta reforma de su Estatuto en noviembre de 2018, al entender que el fuero es percibido por la sociedad como "un privilegio que distorsiona el principio de igualdad" de todos los ciudadanos ante la Justicia.
Como marca la ley, el Parlament la remitió al Congreso para su ratificación definitiva. Aunque la Cámara Baja la tomó en consideración hace dos legislaturas, su tramitación quedó congelada como consecuencia de los procesos electorales de 2019 y fue hace unos meses cuando finalmente las Cortes volvieron a retomar esta tramitación.
Esta reforma del Estatuto balear, que afectará a 59 diputados del Parlamento y a los miembros del Govern, no es la única que ha pasado por el Congreso en los últimos tiempos. Canarias, Murcia, Cantabria y La Rioja también modificaron sus respectivos textos estatutarios para acabar con los aforamientos políticos.