La inversión realizada para llevar a cabo el proyecto, que fue adjudicado en enero a la UTE Siemens-Man-Sampol, será de 25,3 millones de euros, según ha explicado el conseller de Territorio, Energía y Movilidad, Marc Pons.
Con esta obra, ha explicado Pons, se reducirán un 60 por ciento las emisiones de CO2, el tren irá entre ocho y diez minutos más rápido, será más cómodo y más económico, ya que se reducirá un 10 por ciento en combustible y un 30 por ciento en reparaciones.
"De este modo, nos permite impulsar políticas como bajar el precio del transporte. Damos un paso hacia delante y después vendrá Sa Pobla. Queremos que en la legislatura haya una antes y un después en materia de transporte público", ha indicado el conseller.
En este sentido, Armengol ha remarcado que con este proyecto se está viendo "la apuesta firme del Govern por el transporte público y destacado que esta iniciativa "se había abandonado en la pasada legislatura".
"Nuestra idea es que con la electrificación muchos más usuarios se sumen al transporte público. Será de las inversiones públicas más importantes que hará el Govern. Se ha acabado la época de la austeridad para potenciar el gasto público", ha defendido la presidenta.
Las obras, ha explicado el gerente de la UTE adjudicataria, Arturo Pérez, incluyen la construcción de cuatro subestaciones, 31 kilómetros de catenaria flexible, dos anillos y centros de transformación para alimentar las estaciones.