Siguiendo el procedimiento, los agentes averiguaron que en el hospital de Son Llàtzer se encontraban el suegro y la mujer del conductor, junto con sus hijos. Allí les estaban atendiendo por las heridas causadas como consecuencia de varias colisiones.
De ahí la policía coligió que en el vehículo embestido no solamente viajaba el suegro, sino toda la familia del agresor.
Al ser requerida sobre lo acontecido, la mujer señaló que, previamente a la persecución en coche y el choque, su marido la había insultado y amenazado por una cuestión de celos. Al llegar ella a casa, él la empujó y la cogió por la cabeza, zarandeándola.
La agredida pidió auxilio a su padre, el cual se personó de inmediato en el domicilio, llevándose a su hija y a sus nietos para evitar males mayores.
Subieron al coche del padre de la agredida y suegro del agresor y abandonaron el lugar. Sin embargo, de repente apareció el presunto agresor en otro vehículo, persiguiéndoles y embistiendo varias veces en la parte trasera y lateral, provocando golpes en todo el cuerpo a las víctimas.
Entonces, el abuelo, padre y suegro optó por conducir hasta el hospital Son Llàtzer, al mismo tiempo que llamaban a la policía.
Tras recabar todos estos hechos, la Policía procedió a detener al agresor y preparar su pase a disposición judicial.