La intensa humedad ambiental, de hasta el cien por cien en muchas zonas del archipiélago (la Serra de Tramuntana, el campus de la Universitat, Campos, Pollença, Sineu y Maó, entre otras) provoca que las temperaturas frías se conviertan en gélidas a determinadas horas del día.
De madrugada y al anochecer, cuando los rayos del sol ya no nos acompañan, los 5, 6 o 7 grados reales se sienten como solamente 0, 1 o 2 sobre cero.
El motivo, además de la humedad extrema, lo encontramos en el anticiclón invernal que nos afecta, que provoca que -sin vientos fuertes- el aire frío se deposite a ras de tierra y no ascienda hasta ser calentado por el sol.
Dicho esto, señalar que mañana se repetirán las mismas circunstancias meteorológicas que ya hemos registrado hoy: intervalos nubosos con brumas y bancos de niebla matinales, temperaturas sin cambios o en ligero ascenso, y viento flojo o en calma, tendiendo a componente sur por la tarde.
Ya para el viernes se espera la llegada de las lluvias que ahora están recorriendo la Península Ibérica de este a oeste.