El equipo español generó innumerables ocasiones durante todo el partido, incluidos dos remates al larguero, pero le faltó definición y solo pudo superar al conjunto bretón por 1-0, aunque ese resultado hace bueno el empate logrado en la primera jornada (0-0) en Stamford Bridge ante el Chelsea para machar firme en su propósito de superar esta fase de la 'Champions'.
En el regreso a su estadio en Europa, ocho meses después del Sevilla-Cluj del 20 de febrero en la Liga Europa que terminó ganando en agosto, el Sevilla recibía a un debutante en la 'Champions' que llegó con las bajas de sus pesos pesados en el medio campo, la joven estrella gala Camavinga por lesión y el exsevillista Nzonzi por sanción.
Con la novedad del regreso del central Jules Koundé tras superar la covid-19 y con el argentino Ocampos, el holandés De Jong y Munir arriba, el equipo de Julen Lopetegui salió muy fuerte, a por su primer triunfo en esta competición, el mismo reto que perseguía el cuadro entrenado por Julien Stephan, tercero en la Liga francesa.
El equipo español comenzó con mucho brío, sin especular lo más mínimo, dominó siempre el juego y le ganó el centro del campo a la diezmada línea medular del Rennes, en la que Bourigeaud, el exbético Jonas Martin y Grenier no daban abasto para frenar las acometidas de un Sevilla muy intenso, profundo y vertical.
Así, los sevillistas, muy superiores, dispusieron de buenas opciones de gol en una primera mitad que fue prácticamente un monólogo local, con hasta tres avisos tempraneros en un tiro desde lejos de Lucas Ocampos, un envenenado centro del incombustible Jesús Navas y una volea que Munir mandó al larguero a los 6 minutos.
Lejos de desesperarse, los andaluces siguieron con su asedio a la meta gala y, con Óliver Torres -sustituto en el once del croata Rakitic-, el brasileño Fernando y Joan Jordán mandando en el medio, obligaron al Rennes a fajarse en defensa. De hecho, los bretones sólo colgaron alguna falta, más un tímido tiro de Martin Terrier en el 33.
Con un ritmo muy alto y diez córneres a favor, al equipo del barrio de Nervión sólo le faltó lo que decide los partidos: el gol. Lo rozó bastantes veces, como en un cabezazo del brasileño Diego Carlos que desvió el atareado Alfred Gomis; en un mano a mano de Ocampos que solventó el meta italiano del Rennes; o en un tiro de Koundé.
La más clara la tuvo el joven central sevillista, que cabeceó a puerta a los 29 minutos, pero su intencionado remate lo sacó «in extremis» bajo los palos el medio Benjamin Borigeaud.
En la reanudación siguió el mismo guión, con el Sevilla mandón y en busca de un gol que, después de una infinidad de intentos, llegó a los diez minutos al cabecear magníficamente un centro del argentino Marcos Acuña desde la izquierda.
Fue el premio a tanta insistencia y dominio. Además, no frenó en busca del 2-0 que le diera tranquilidad ante un apocado Rennes, incapaz de generar peligro ante el equipo de Lopetegui, que inquietó de nuevo a Gomis en un mano a mano que el incisivo Munir envió alto, aunque la acción se invalidó por fuera de juego.
Para más inri, el conjunto bretón había perdido poco antes por lesión al inicio del segundo tiempo al experimentado Bourigeaud, al que relevó Lea Siliki, un contratiempo que se unió al ya sufrido sobre el primer cuarto de hora del choque al retirarse lastimado el zaguero italiano Daniele Rugani, suplido por el marroquí Aguerd.
Aún así, el Rennes, abrumado por la neta superioridad de un Sevilla muy solvente, que apenas sufrió y fue un vendaval en ataque, mostró un paupérrimo bagaje ofensivo, con lo que, salvo una falta botada por Grenier que obligó a trabajar al meta marroquí Bono a los 70 minutos, las ocasiones siguieron cayendo del lado local.
De Jong volvió a rozar el gol en un cabezazo al saque de una falta por Jordán, pero Gomis se lució con un paradón, al igual que Ocampos en un remate también con la testa a centro de Navas, en un potente lanzamiento de Jordán al larguero o en un remate alto de Munir, pero la falta de tino impidió que el Sevilla lograra lo que hubiera sido un más que merecido marcador más amplio.