Los hombres de Antonio Vadillo regresaron del parón así como se marcharon, ganado. Y eso que el partido no empezó de la mejor manera para ellos porque en la fase inicial del choque la suerte se alió con la escuadra maña en un saque de esquina servido por Adri Ortego y que se coló en la portería local tras golpear en Diego Nunes. Le tocaba remar al Palma que poco a poco se iba entonando y haciéndose con el control del juego. Los mallorquines se toparon con un penalti que le daría todavía más alas. Catela transformaba la pena máxima y a partir de ahí el choque se convertiría en un auténtico monólogo verde pistacho. Primero la tuvo Rafa López, luego Catela con una volea que se estrellaba en el larguero y poco después Nunes que estuvo a punto de redimirse del primero gol pero que ‘in extremis’ evitó Adrián Pereira con un pie salvador. Los baleares estaban en modo arrollador y el gol asechaba la portería del Zaragoza. Y llegaría cuando más duele, a los 27 segundos del descanso. El balón le llegaba a Nunes dentro del área y de espaldas a portería para sorprender al meta rival con un golpeo de tacón que acabó en gol. Así llegaría el dos a uno con el que se llegaría al descanso.
El Palma estaba decidido a finiquitar el encuentro cuanto antes y con esa intención saldría tras el descanso. Los mallorquines mantenían la dinámica positiva en el juego para poner en apuros a la defensa rival. Tardaron un poco en llegar los goles pero que lo acabarían haciendo a pares. Nunes y Hamza de una tacada ampliaban distancias con sendos goles que dejaban tocado al Fútbol Emotion Zaragoza y que obligaban a su técnico, Arturo Santamaría, a parar el partido con un tiempo muerto en busca de soluciones. Mejoraría el equipo aragonés que tenía que buscar el gol a la desesperada y que llegaría en las botas de Trasobares que aprovechó un rechace para batir a Carlos Barrón.
Al margen del resultado, otra de las grandes noticias de la noche, en lo deportivo, fue la reaparición de Eloy Rojas que volvió a disponer de minutos después de superar su lesión. El Palma pudo sentenciar con un cañonazo de Raúl Campos que se estrelló en el palo con el meta rival ya superado y el Zaragoza movía ficha con portero-jugador en busca de una remontada épica. Los visitantes metieron el miedo en la primera acción con ataque de cinco porque se convirtió en una doble ocasión en la que tuvieron que aparecer, primero, Carlos Barrón y, posteriormente, Hamza para evitar el tanto y en la siguiente jugada llegaría la sentencia balear con un gol de Joao al contraataque para poner la guinda a un gran encuentro con el cinco a dos definitivo.
