"Yo creía que íbamos a ascender desde que finalizó el partido en Coruña. En la tarde del partido en Son Moix me mandaron mensajes mi mujer y mi hermano y les contesté: Vamos a subir. Lo tenía muy claro y yo confiaba. El partido fue perfecto".

Si tuviéramos que escribir el guión del partido del ascenso fue tal como sucedió, salió todo perfecto. Cuando la temporada pasada iba avanzando lo iba visualizando y creyendo, fue totalmente merecido.

El año pasado fuimos un grupo de chavales que funcionaba con un míster que organizó al equipo y la gente que no jugó fue clave.

Conseguir un gol, ver toda a mi familia emocionada, después de los pasos que di hacia atrás y después hacia adelante, fue una senación indescriptible. La gente merecía disfrutar.