Al tiempo que la tarde avanzaba en Londres, el 12 veces campeón de Roland Garros se estrenaba con la autoridad que se le presuponía (6-3, 6-1 y 6-3), sin altibajos y ante un rival incómodo como Sugita, con un bagaje en hierba y que llegaba rodado después de superar la fase previa.
Pero Nadal no dudó y a pesar de empezar 2-0 abajo en el primer set, pronto encarriló el encuentro y en dos horas solventó su pase a segunda ronda, donde se encontrará con la primera trampa que le brinda el cuadro. Allí le espera el australiano Nick Kyrgios, tan talentoso como irregular, tan peculiar como extravagante. Un tipo con un millón de versiones y matices, que ha tenido varios cruces de declaraciones con Nadal y que estará más motivado que nunca.
Ese encuentro será el partido estrella del próximo jueves, pero esta primera ronda ha habido alegrías y tristezas casi que a partes iguales para el tenis español.