El Palma Futsal digiere su eliminación con una mezcla de sensaciones que se funden entre la impotencia y la frustración, por quedar eliminado sin perder ninguno de los tres partidos y por dos tandas de penaltis, y el orgullo, por un rendimiento al nivel de los mejores equipos del mundo ante los que no ha perdido ningún encuentro en este playoff. Los de Antonio Vadillo se han ganado el respeto del mundo del fútbol sala al ser capaces de firmar una fase final sobresaliente ante los dos equipos que son los claros favoritos y a los que ha tuteado en cada partido sin ver la diferencia de presupuesto y de plantilla sobre la pista. Solo la lotería de los penaltis les ha alejado de la final, de Europa y de escribir la página más brillante de su historia pero el año ha sido para enmarcar y les consolida entre la élite de la mejor liga del mundo. Los mallorquines han quedado eliminados sin perder ningún partido en todo el playoff y tras ir por detrás en el marcador tan solo ocho minutos en el global de los cinco partidos disputados frente a Movistar Inter y Barça Lassa, algo insólito. En las semifinales, el Palma Futsal fue cuatro minutos por detrás en el marcador en el primer partido del Palau Blaugrana y solo uno en el partido de este lunes, el que tardó Joao en empatar el partido tras el gol de Lozano. En los cuartos de final, solo fueron perdiendo tres minutos del segundo partido ante el Movistar Inter. Pese a todo, el Palma no pudo conseguir el billete para la final y para Europa.
El Palma Futsal ha disputado todas las fases finales posibles en los últimos cinco años tanto en la Liga como en la Copa de España y ha disputado cuatro semifinales y la final de la Copa del Rey, datos que confirman que la alternativa de los baleares a asaltar el trono de los grandes es una realidad a día de hoy y el reto es mantener el nivel en las próximas temporadas.