Con ello, el actual número uno antepuso al tenista mallorquín, con quien se enfrentó en 52 ocasiones, por delante de su otro gran rival, el suizo Roger Federer, con quien se enfrentó 47 veces.
"Nosotros podemos prometer una cosa y es que vamos a dejarlo todo en la pista. He jugado contra él muchos partidos, encuentros épicos. Por supuesto, aquella que duró casi seis horas en 2012. Espero que esta vez no dure tanto", bromeó el serbio, quien vapuleó al francés Pouille por 6-0, 6-2 y 6-2 en lo que fue el primer choque entre ambos.
El tenista de Belgrado consideró el buen estado actual del que será su próximo rival y admitió que durante estas semanas pareció jugar el mejor nivel de siempre en superficie dura.
"Él ha jugado impresionantemente bien durante todo el torneo. Esta final llega en el momento perfecto para ambos porque yo tampoco he jugado mal en mis últimos dos partidos. La gente va a disfrutar", auguró Djokovic tras conseguir su séptima final en Melbourne e igualar a Federer como tenista que más veces la ha alcanzado.
Además, el serbio explicó algunos matices tácticos sobre la que será su segunda final frente al español en el 'major' australiano después de la maratoniana final disputada en 2012 en la que venció Djokovic.
"Jugar contra Nadal requiere un enfoque táctico diferente. Necesariamente no quiero alargar los puntos contra él. Creo que mis primeros golpes están funcionando bastante bien durante este torneo y me estoy sintiendo bastante cómodo en la pista", admitió.
A pesar de sus pronósticos en cuanto a esta faceta del juego frente al mallorquín, el primer clasificado mundial agregó que "contra Nadal es diferente decirlo que hacerlo" y que "eso dependerá de la forma en que empiece el partido".
"Él ha mejorado su saque, he observado un pequeño cambio en el movimiento que ha dado un buen rendimiento. Con todas las cualidades que él posee en su juego, añadiendo ahora este cambio, hacen de él un rival todavía más difícil de vencer", aclaró.
Djokovic incidió en la mejoría experimentada en el servicio de su oponente en la final y dijo que su éxito a la hora de concluir los puntos de forma rápida es consecuencia de su nuevo servicio.
"Con un gran servicio puede ahorrar más energía, ya que acorta los puntos cuando saca, y así llega con más fuerza a los juegos al resto", añadió el tenista balcánico.
Respecto al último duelo mantenido entre ambos en las semifinales de Wimbledon en 2018, Djokovic admitió que esa victoria cambió mentalmente todas las cosas que le rodeaban en aquel momento.
"Ganar a Rafa en el quinto por 10-8 me catapultó mentalmente para volver a tener más confianza. Eso me ayudó a sobresalir en los siguientes meses a ese partido", confirmó.
Por último, el hexacampeón del Abierto de Australia advirtió sobre la peligrosidad de jugar contra el tenista de Manacor y remarcó que es probablemente el jugador más intenso con el que se ha enfrentado.
"Esa cuestión te obliga a estar alerta en todo momento. Contra él no puedes bajar el ritmo en ningún momento, tienes que estar al cien por cien. Ambos llegaremos en buenas condiciones físicas pero mentalmente será el aspecto que determine quién cruzará la línea de meta como ganador", concluyó.