«Estoy tranquilo, me duele y tomaré con mi equipo legal las medidas oportunas ante esta gente que intenta manchar mi imagen y mi carrera profesional. Después de quince años, jamás me he negado a un control antidoping, todo lo contrario. Nunca he incumplido ninguna norma y habré pasado más de 300 controles», aseguró en la zona mixta de Ipurua.
El capitán del Real Madrid se ha defendido con un comunicado y ha asegurado que «nunca» lo ha consentido ni ha incumplido la normativa antidopaje.
«Me manifiesto rotundamente en contra del dopaje. Nunca he participado ni participaré, ni he consentido ni consentiré nada en relación con el dopaje», inicia el comunicado difundido a través las redes sociales de Ramos.
«Los dos casos concretos a los que se hace alusión se explican de la siguiente manera:
1. Málaga, abril 2018: una vez finalizado el encuentro, se solicitó que se realizara el control antidoping. Ante la premura de tiempo por el inminente viaje de regreso del equipo, el responsable del control permitió que me duchara, siempre en su presencia, y luego realizara el test que pasé favorablemente como en todas las ocasiones.
2. Cardiff, junio 2017: recibí un tratamiento médico pautado y administrado por los profesionales médicos del club. La cuestión quedó aclarada y resuelta entre las organizaciones por vía escrita y formal», expone.
El capitán del Real Madrid y la selección española defiende su inocencia apoyándose en su comportamiento como deportista: «En mi larga carrera deportiva me he sometido y he pasado satisfactoriamente infinidad de controles antidopaje. Ni en este caso, como han manifestado ya la UEFA, la AMA y el Real Madrid, ni nunca he incumplido la normativa antidopaje».