El campeón de las tres últimas ediciones de la Liga de Campeones encara la visita a Moscú con el objetivo de exhibir su cara europea y alejar las dudas tras dos partidos sin ganar ni marcar en LaLiga Santander. Es el momento más bajo desde la llegada de Lopetegui, al mando de un equipo que ha perdido la pegada -229 minutos sin marcar- y que necesita nuevas soluciones.
La derrota sin capacidad de respuesta en el Sánchez Pizjuán ante el Sevilla (3-0) y el empate en el derbi frente el Atlético de Madrid (0-0), no bajan al Real Madrid de coliderato liguero pero sí instalan las dudas y desperdician el bache por el que atraviesa el Barcelona. La racha de malas noticias que se inició con la apendicitis de Isco, no ha tenido freno y acaba con la ausencia inesperada de Sergio Ramos, el único futbolista de la plantilla que lo había jugado todo hasta la fecha.
Por el camino cayeron Marcelo, con una rotura muscular, y el que era referente ofensivo, Bale, con un percance muscular en el derbi madrileño. Son bajas que obligan a cambios, a probar la calidad del fondo de armario blanco, e incluso hacen meditar a Lopetegui la posibilidad de variar el sistema para pasar a jugar con cuatro centrocampistas y premiar el momento de Dani Ceballos.
Las bajas defensivas reducen las opciones de Lopetegui, que bien apuesta por Jesús Vallejo para mantener a Nacho de comodín en el lateral izquierdo, o da los primeros minutos al canterano Sergio Reguilón en banda. Si mantiene su apuesta de jugar con tres delanteros llegaría la primera titularidad de Mariano, quien debutó con un gran gol en el estreno europeo ante el Roma.
Aquel 3-0 fue el mejor encuentro desde la llegada de Lopetegui, demostrando la plantilla que disfruta en una competición especial para el club. Lo debe demostrar ahora con problemas y en Rusia, donde en su historia ha perdido en cuatro de sus diez visitas en las que tan solo firmó dos triunfos. Eso sí, se mantiene invicto en las tres últimas ante clubes rusos.
El CSKA Moscú, un clásico de la Liga de Campeones en las últimas temporadas, afronta la visita del campeón sin complejos, ya que son un equipo completamente remozado tras la salida este verano de once jugadores de la plantilla. Los problemas económicos perseguían desde hace años al equipo del Ejército ruso, que cortó por lo sano y organizó una auténtica revolución. Ni rastro de la vieja guardia que se enfrentara al equipo blanco en los octavos de final de la "Champions" en 2012 con José Mourinho en el banquillo.
Sólo Dzagóev repite, ya que Akinféev, portero titular del CSKA desde hace trece temporadas, estaba entonces lesionado. La ida en el Luzhnikí acabó en empate (1-1), pero los blancos resolvieron en la vuelta en el Bernabeu (4-1). Igual que entonces el partido se disputará en el impresionante estadio que acogió la final del último Mundial, escenario de la eliminación de España ante Rusia en la tanda de penaltis de los octavos de final.
Nacho Fernández, Dani Carvajal y Marco Asensio -Ramos e Isco son baja- querrán tomarse la revancha, pero delante tendrán un equipo que está sorprendiendo en este comienzo de temporada. Comenzó dubitativo, pero en los últimos partidos ha demostrado que se ha reforzado muy bien con interesantes futbolistas como el joven ruso Akhmétov, el esloveno Bijol, el islandés Sigurdsson y especialmente el croata Vlasic. Cedido por el Everton, ya es comparado con Modric, aunque juega más adelantado que el madridista, tiene un magnífico regate y un buen disparo desde fuera del área.
Vlasic, que fue el artífice del empate en el descuento ante el Victoria Pilsen (2-2), igualando dos tantos de desventaja en la primera jornada de 'Champions', se compenetra muy bien con Dzagóev, que parece ya recuperado de sus molestias, aunque no suele aguantar todo el partido. El que no podrá jugar por lesión es uno de los flamantes fichajes, el uruguayo Abel Hernández.