"No hay recurso, no hay necesidad", ha adelantado este lunes en declaraciones a los medios a las puertas de su despacho en Barcelona su abogado Miquel Roca.
El abogado ha explicado: "Todo el mundo podrá entender que en este momento su principal preocupación sea la situación de su marido --condenado a seis años y tres meses de cárcel por el caso Nóos-- y no la suya propia en un momento como este".
Roca ha asegurado que un recurso al Supremo sería académicamente correcto y tendría base, pero la decisión personal de la Infanta es la que ha prevalecido y "es su voluntad la que tiene que decidir".
Hace unos días, otro abogado del equipo de defensa de la Infanta, Jesús María Silva, dijo que ella tenía el dilema de si presentar este escrito de casación: "Tiene un lío mental bastante considerable", dijo entonces este letrado.
Silva explicó a los periodistas que había discrepancias en el equipo de defensa sobre la conveniencia de presentar este recurso: él y varios letrados eran partidarios, mientras que otros no estaban por la labor de recurrir.
Silva sostenía que Manos Limpias no tenía legitimación para haber acusado a la Infanta y creía que, si recurrían al TS y éste le daba la razón, les permitiría abrir nuevas vías para intentar por ejemplo "que desaparezcan las imágenes de los medios o ejecutar el derecho al olvido ante Google".