El presidente del club mallorquín, Miguel Jaume, es optimista y cree que el Palma alcanzará esa cifra que cerca estuvieron de conseguir la pasada temporada. El aforo del Palau Municipal d'Esports de Son Moix, de 4.000 aficionados, obliga a la entidad de Ciutat a tener que cerrar el grifo en los 3.000 socios porque la normativa obliga a poner a la venta 1.000 entradas en taquilla los días de partido por lo que si se logra el objetivo “habrá lista de espera” para nuevos abonados. “Poder llegar a los 3.000 abonados para un club de fútbol sala es un hito muy difícil de superar. Hoy que hay tanta oferta y competencia tenemos que intentar ser líderes en cuanto a iniciativas para poder llegar a los 3.000 abonados en un año tan especial como el del veinte aniversario. Para nosotros es un reto”, manifestó el presidente en la presentación de la campaña de abonados en el Restaurante Ca n'Eduardo de Palma.
La campaña de la próxima temporada sigue “la misma línea de los últimos años basada en el lema de 'un equipo, una familia y una ilusión'” que quiere hacer participes a las familias y los niños. Miquel Jaume aseguraba que el Palma Futsal hace “un esfuerzo por mantener los precios” y no generar un coste extra con los partidos de Copa del Rey y Play-off. Añadió que el club fue “pionero con el abono familiar” que ahora refuerzan junto con una de las novedades de esta temporada, los asientos fijos numerados. “Ha llevado mucho trabajo lo de los abonos numerados para que se pueda elegir un asiento. Vamos mejorando cada año”, explicó ante los medios de comunicación.