"Primero porque es en Austria, donde es la primera vez que gano; luego con Ducati, que siempre es un poco más especial que con otras marcas, y como tercera razón, por ganar a Márquez en cuerpo a cuerpo, quizás el piloto más difícil de batir, el que siempre lo intenta y el más ambicioso", enumeró Lorenzo. "Las fuerzas estaban muy equilibradas en las últimas vueltas porque no podía escaparme y porque en algunos puntos del circuito él era muy superior y en otros lo era yo, como en la última parte del circuito con esa subida en cuarta o quinta marcha", comentó.
"Era difícil y todo podía pasar, se podían cometer errores en la última vuelta pero al final, de forma sorprendente e improvisada, he encontrado ese hueco por el exterior en aceleración y he cambiado un poco mi estrategia, que era un poco mantenerme detrás e intentar pasarle en esa subida, poniéndome en paralelo y pasarle en la frenada pero he tenido que adelantar esa estrategia", explicó el piloto de Ducati. El palmesano suma ya su tercera victoria de la temporada con Ducati.