Según Nadal, no es bueno caer en una espiral de «no valorar las cosas», por lo que este pase a la final es un día para «estar feliz».
El de Manacor destacó que «valora mucho» lo conseguido hoy, aún más en una «parte avanzada» de su carrera (cumplió 32 años) una vez superados «muchos inconvenientes» físicos.
«No quiero sonar arrogante, porque nunca fui arrogante. Dentro de la humildad está el valorar las cosas que van pasando», agregó el tenista, quien ha conquistado este año Montecarlo, Roma y Barcelona.
«Hace tres meses estaba en una situación diferente y sé las cosas lo que me cuestan y sé los momentos que van pasando en mi carrera que son complicados», aseveró Nadal, quien citó la lesión en el torneo de Acapulco el pasado febrero un día antes de volver a las canchas o la retirada en el Open de Australia de 2018 en los cuartos de final.
De su rival del domingo, dijo que es «uno de los mejores tenistas» del circuito en tierra batida. «Él está jugando bien. Hizo un magnífico partido hoy (ante Marco Cecchinato). Hizo otro buen partido el otro día contra 'Sascha' (Alexander Zverev). Será un gran desafío», corroboró.
Nadal explicó que no merece la pena explayase en cómo afrontar Thiem, quien le ha ganado este año en Madrid.