Ha llegado la final anual del Palma Futsal. No hay otro día. No hay un más allá. No hay un título en juego en el partido pero sí la posibilidad de seguir luchando por uno que, en el fondo, es prácticamente lo mismo porque una victoria mantiene al equipo con vida y una derrota le condena a bajar la persiana de la temporada y a colgar el cartel de cerrado por vacaciones. Hay mucho en juego. De hecho, el Palma Futsal se lo juega todo, es la última bala, la última oportunidad, y los de Antonio Vadillo quieren aprovecharla para seguir con vida en otro duelo. Este viernes, a las 21:15 horas, juegan su particular final en Murcia frente a ElPozo Murcia FS. Es el segundo partido de la eliminatoria de cuartos de final del playoff por el título tras el triunfo murciano de la semana pasada en Son Moix que da ventaja a los de Duda y les deja a una victoria de las semifinales. El Palma Futsal tratará de evitarlo y forzar el tercer partido que se jugaría este mismo sábado.
No será un partido sencillo para ninguno de los dos. Hay cuatro precedentes esta temporada entre los dos equipos y hay un denominador común en todos ellos: la igualdad. Partidos equilibrados, intensos, reñidos y que se han decidido por un gol o por detalles. El del pasado sábado, otra muestra más. Contra el Palma juega la estadística, que apunta que solo ha ganado una vez en Murcia en toda la historia, y la entidad de un rival que tiene dinamita y munición como para ganar ésta y mil batallas. Ahora bien, el grupo balear llega en un gran momento de forma, con la confianza del juego exhibido en los últimos partidos y con las ideas claras del camino a seguir para tener éxito en este nuevo reto. A los jugadores isleños les gustan los desafíos y éste vuelve a ser mayúsculo.
En lo deportivo, la mala noticia es la baja de Diego Quitela, que se pierde el partido por molestias físicas. El gallego notó molestias en el entrenamiento de este jueves y se ha decidido que no entre en la convocatoria de catorce jugadores.