El 21 de diciembre de 2002, los culés visitaron Son Moix para enfrentarse al RCD Mallorca de Gregorio Manzano. Los bermellones, que se mantuvieron durante nueve jornadas invictos -las siete primeras sumando los tres puntos- llegaban al encuentro tras dos duras derrotas: Real Madrid (1-5) y Real Sociedad (2-1). No obstante, más dudas planteaban los visitantes después de caer con estrépito en su último compromiso ante el Sevilla (0-3). Y es que los catalanes no ganaban en Liga desde el 7 de noviembre cuando derrotaron en el Camp Nou al Villlarreal (1-0).
En el once del holandés Louis Van Gaal sorprendió la presencia de un joven manchego de tan sólo 18 años llamado Andrés Iniesta, que debutaba en La Liga tras haberlo hecho poco antes en Champions en un envite de la fase de grupos ante el Brujas (0-1). Conviene recordar que tan sólo dos semanas antes, el imberbe centrocampista fue titular en el encuentro de Segunda B que enfrentó a los filiales de barralets y culés en Palma.
Aquella gélida noche, todos los aficionados acudimos al estadio confiados en nuestras posibilidades. Y es que por aquellos tiempos, bien sea por el legado de Cúper o el de Aragonés, el RCD Mallorca no temía a nadie.
El duelo fue parejo hasta que el minuto 22, el colegiado guipuzcoano Iturralde González expulsó con roja directa a Álvaro Novo por una supuesta agresión al Thiago Motta. Dos más tarde, Patrick Kuivert avanzó a los catalanes ante una grada totalmente encrespada por la acción anterior. El italobrasileño continuó provocando a los nuestros hasta que Samuel Eto´o, literalmente, lo cazó con una brutal entrada que supuso su expulsión. Pese a ello, el camerunés abandonó el terreno de juego entre una tremenda ovación. Era el minuto 32. Curiosamente, ambos protagonistas compartieron vestuario poco después en Can Barça e Inter de Milán.
En el 43, el holandés Marc Overmars culminó una contra para sentenciar el envite con un disparo que desvió Lussenhoff. Por cierto, el ex del Ajax apenas festejó su diana. Un gesto que le honra pues con el ambiente tan caldeado debido a las dos expulsiones, no era el momento de "hacer más sangre".
Durante el descanso, Manzano dio entrada a Marcos por Riera con el objetivo de proteger el centro del campo. Van Gaal hizo lo propio, sustituyendo al amonestado Frank de Boer por el brasileño Rochemback. En los primeros compases de la segunda mitad, los blaugranas -aquella velada vestidos completamente de azul- aumentaron las distancias con un doblete de Patrick Kluivert. De esta manera, y tras media hora de auténtico suplicio, el internacional orange se llevó a casa el balón firmado por todos sus compañeros. Por cierto, Iniesta -con un tío suyo presente en las gradas- fue sustituido en el minuto 59 por Gerard.
En otro sentido, destacar la actitud de la afición que a pesar del duro resultado, no paró de animar al equipo durante toda la velada. Incluso, llegó a hacer la ola.
ALINEACIONES:
RCD MALLORCA (0): Leo Franco, Campano, Miquel Àngel Nadal, Lussenhoff, Poli, Harold Lozano, Álvaro Novo, Riera (Marcos, min 45), Ibagaza (Robles, min 85), Pandiani (Miquel Soler, min 73) y Eto´o.
FC BARCELONA (4): Bonano, Gabri, Frank de Boer (Rochemback, min 45), Christanval, Thiago Motta, Xavi, Cocu, Mendieta, Iniesta (Gerard, min 59), Kluivert y Overmars (Saviola, min 79).
COLEGIADO: Iturralde González (colegio vasco)
GOLES: 0-1 Kluivert (min 26); 0-2 Overmars (min 43); 0-3 Kluivert (min 47); 0-4 Kluivert (min 51)
Después del encuentro, lo primero que hizo Andrés Iniesta tras subir al autobús fue encender su móvil y llamar a sus padres, que vinieron el partido en su casa de Sant Feliu del Llobregat.
Samuel Eto´o, por su parte, pidió perdón por su autoexpulsión. Meses más tarde, el camerunés limó asperezas con la afición a la que invitó a una multitudinaria paella que se llevó a cabo en los aledaños del Estadio Martínez Valero horas antes de disputar la final de la Copa del Rey ante el Recreativo de Huelva.
